PACTOS MUNICIPALES

Compromís y el PSPV firman su acuerdo para València tras incluirse la vicealcaldía para los socialistas

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zentauroepp49114334 acuerdo valencia190718135057 / MIguel Lorenzo

Nacho Herrero

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"Es un acuerdo de cine", aseguraron a dos voces no muy compenetradadas el alcalde Joan Ribó, en valenciano, y la vicealdaldesa, Sandra Gómez, en castellano. Ambos hacían referencia al lugar, el edificio Rialto (que incluye sala de teatro y filmoteca) donde se firmó este jueves el pacto entre Compromís y el PSPV que dará a València un nuevo de gobierno progresista.

La (poco) preparada escena fue un ejemplo de la pluralidad y también de las diferencias que ambos partidos y líderes tienen pero también de que finalmente ha primado la voluntad de que hubiera un segundo gobierno progresista de coalición tras haber acabado en 2015 con 24 años de reinado del PP de Rita Barberá"Nos portaremos bien", prometió Ribó tras acabar de posar para los medios.

En lo que sí que coincidieron ambos fue en iniciar sus parlamentos agradeciendo la ardua labor de los equipos negociadores pues estas conversaciones, pese a que esta vez no incluían a Unides Podem tras haberse quedado fuera del consistorio, han sido mucho más complicadas que las de 2015. De hecho, se cerraron sobre la bocina de madrugada en los pasillos del Ayuntamiento tras muchos días de bloqueo.

Tras el aplauso con el que los concejales de ambos partidos recibieron a sus líderes en la sala donde se firmó el acuerdo, las siguientes palmas fueron para los ocho negociadores. "Han trabajado muchas horas, a horas y a deshoras", reconoció Ribó.

La 'foto' tras el recuento electoral del 28M dejó a Compromís como primera fuerza del consistorio, por primera vez en la historia, y con diez concejales, uno más que en 2015, y a un pujante PSPV con siete regidores, dos más que en los anteriores comicios. Sólo un 'escaño' evitó que los tres partidos de derecha pudieran gobernar.

Desde el principio, el partido socialista, que a diferencia de lo que ocurre en la Generalitat o a nivel estatal, es el partido minoritario en el lado progresista del tablero, anunció que propiciaría la investidura de Ribó pero aseguró que sólo entraría en el gobierno y le daría estabilidad si Gómez, su cabeza de lista, era vicealcaldesa. El argumento del PSPV era que se trataba de una cuestión de coherencia para nivelar la visibilidad de las dos fuerzas de la coalición.

Durante semanas se resistió Compromís, que en estos cuatro próximos años debe buscar un relevo para Ribó. El argumento oficial era que esa figura no existía en el reglamento municipal (aunque ya se usó en la época de Barberá) pero también pesó el no conceder esa mayor exposición mediática.

Al final la solución fue crear dos vicealcaldías y la otra fue para Sergi Campillo, que dentro de la formación valencianista pertence al partido de la vicepresidencia de la Generalitat Mónica Oltra. Aunque ella se ha descartado, dentro de la formación se admite que ella puede ser el siguiente cartel electoral de Compromís para València.

Programa doble

Aunque el acuerdo casi dobla en puntos al que se firmó en 2015, durante las semanas de la negociación no fue el principal obstáculo. "Hemos querido concretar mucho más con un mayor conocimiento de la realidad", señaló el alcalde.

"El acuerdo de hace cuatro años estaba centrado en las urgencias, en las emergencias porque veníamos de una ciudad lastrada por la corrupción, la mala gestión y la deuda. Hemos resuelto lo urgente y este gobierno se va a dedicar a lo importante porque las emergencias de alguna manera están solucionadas", apuntó la vicealcaldesa.

Ambos destacaron que el acuerdo se basa en "valores" y que "el primero es que estamos en una ciudad feminista", recalcó Ribó. Entre el resto de puntos destacados está el objetivo de crear más puestos de trabajo de calidad o la reforma de algunas de las plazas más céntricas y emblemáticas de la ciudad, unos proyectos que abordarán dando continuidad a la política de movilidad sostenible que han desarrollado los últimos cuatro años.

"Queremos decirlo muy fuerte, València no es el Madrid actual. Tenemos muy claro que hay una contaminación atmósférica en la ciudad, menor que en Madrid por suerte pero queremos trabajar en ser una ciudad amable donde lo más importante sean las personas", destacó Ribó en referencia a los cambios en 'Madrid Central'.

El acuerdo incluye también la creación de una comisión para tratar con el Puerto los temas comunes y pedirle la cesión de terrenos que no usa pero "y otros aspectos fundamentales como la contaminación". Igualmente se incluye (si lo aprueba la Generalitat previamente) "un impuesto turístico progresivo" para ayudar a cubrir el gasto que generan los tutistas, mejorar la calidad del sector y para proteger espacios singulares.