COMUNITAT VALENCIANA

Toma posesión el gobierno valenciano, el ejemplo con el que Unidas Podemos presiona a Sánchez

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Nacho Herrero

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Con el debate sobre si el ‘gobierno de cooperación’ que exploran estos días el PSOE y Unidas Podemos debe suponer o no la entrada de dirigentes de la formación de Pablo Iglesias al ejecutivo, este lunes ha tomado posesión el gobierno valenciano presidido por el socialista Ximo Puig y con dos consellers de Unides Podem EU. O bien uno de Unides Podem y una de Esquerra Unida porque ya ha habido las primeras diferencias internas.

El segundo gobierno del Botànic tiene doce carteras (dos más que el primero) y cinco caras nuevas. Para completar las seis del PSPV, Puig ha nombrado en Innovación, Ciencia y Sociedad Digital a la independiente Carolina Pascual, decana del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones. Una de las grandes novedades es que esta conselleria tendrá su sede en Alicante.

Además, Puig ha elevado a Arcadi España, su jefe de gabinete, al puesto de conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad. Este último movimiento ha tenido también una lectura en clave interna socialista de cara a la sucesión de Puig para las próximas elecciones.

Por parte de Compromís, que tiene cuatro departamentos por los cinco de de 2015, Mónica Oltra mantiene la vicepresidencia, la conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y también la portavocía del gobierno. Su novedad es Mireia Mollà al frente de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia climática y Transición Ecológica.

Ejemplo con dos caras

Con Iglesias a la cabeza los dirigentes del partido morado llevan días poniendo al ejecutivo valenciano como ejemplo ideal de gobierno de coalición, aunque las complicadas negociaciones para conformarlo han mostrado también las dificultades que implica, tanto en la relaciones entre sus socios como en las internas de los propios partidos.

De hecho, el domingo por la noche se vivió la primera gran crisis interna entre Unides Podem y Esquerra Unida pues los primeros amagaron con no proponer a Puig el nombramiento de Rosa Pérez, del partido de Alberto Garzón, si no se cambiaba el porcentaje de equilibrios en el segundo escalón. Pero la intervención del PSPV, deslizando que Puig nombraría igualmente a Pérez, determinó el ganador del pulso.

Hace unos días, los dos diputados de EU, de los ocho que conforman el grupo en Les Corts, ya avisaron que votarían a favor de Puig en la investidura aunque sus compañeros no lo hicieran, rebajando así la posición de fuerza de Rubén Martínez Dalmau, cabeza de lista de la unión entre el partido morado y EU.

Eso sí, Dalmau y Pérez han coincidido en esquivar la ‘lealtad al Rey’ en su promesa a la hora de aceptar el cargo. Han sido los únicos.

Siete partidos, un gobierno

De entrada el gobierno valenciano está compuesto en realidad por siete partidos pues, además del PSPV, Podem y Esquerra Unida, Compromís lo conforman el Bloc, Iniciativa del Poblé Valencià (el partido de Mónica Oltra), Els Verds y Gent de Compromís.

Consciente de las dificultades que comporta esta situación, en su discurso, Puig ha remarcado que “el éxito es sólo posible siendo un equipo” y ha dicho que deben ser “la suma de la diversidad y de las esperanzas”. “Este es un gobierno plural pero un único gobierno. Sólo tendremos éxito si sabemos gestionar la diversidad”, ha remarcado.

Arquitectura bioclimática

Uno de los puntos de máxima fricción en las negociaciones ha sido la voluntad de Dalmau de ser vicepresidente, una petición que finalmente logró aunque ciertamente descafeinada, porque será “segunda” y porque no llevará apellido ‘verde’ como deseaba y porque no está claro el poder de ser coordinador. “Coordinaremos y daremos el foco pero la última palabra la tendrá la Conselleria de Medio Ambiente”, admitió Dalmau.

El ‘apellido verde’ irá, de aquella manera, en su propia conselleria que llevará el sorprendente nombre de Vivienda y Arquitectura Bioclimática.

“Es un concepto muy importante porque el 40% de la energía que se gasta en España se gasta en los edificios”, defendió convencido.

Fuentes de la negociación, aseguran a EL PERIÓDICO que con tal de ostentar el rango de vicepresidente, no ha tenido demasiados problemas en que su conselleria apenas tenga contenido y que la ‘pinza’ que hubo a Compromís acabó siendo a Podem por parte del PSPV, Compromís y EU, cuya cartera de Participación, Transparecnia, Cooperación y Calidad Democrática tendrá mucho más peso real.