LA BATALLA MUNICIPAL

La unidad independentista se quiebra en los pactos municipales

Mireia Ingla (ERC), futura alcaldesa de Sant Cugat del Vallès

Mireia Ingla (ERC), futura alcaldesa de Sant Cugat del Vallès / ACN / NORMA VIDAL

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El ‘procés’ ha marcado la negociación en Barcelona, donde el independentismo rechazó aliarse con el PSC y los socialistas no han querido hablar con los republicanos, pero fuera de la capital esta clase de vetos no se han reproducido: ERC y JxCat han pactado con el PSC en medio centenar de municipios. Quizás el caso más llamativo está a pocos kilómetros de Barcelona, en Sant Cugat. Después de 32 años siendo un bastión de CiU, la ciudad va a pasar a manos de la izquierda después de un pacto entre ERC –que tendrá la alcaldía–, PSC y la CUP.

Pero ha habido acuerdos de todo tipo, como ilustran tres casos de Girona: en Figueres, ERC y PSC desbancarán a JxCat, que ganó las elecciones del 26-M y había gobernado con los socialistas; en Llançà pasará lo contrario: PSC y JxCat impedirán que gobierne ERC, que fue quien más votos obtuvo; y en Platja d’Aro, ERC dará la alcaldía al PSC, que hasta ahora gobernaba con JxCat. Incluso se han puesto de acuerdo en lugares donde no hacía falta, como en Abrera (Barcelona), donde el PSC gobernará con los republicanos pese a disponer de mayoría absoluta.

Primar la convivencia

El secretario de organización del PSC, Salvador Illa, explicó a Efe que han dado plena «autonomía» a los representantes locales para que negociaran con quien creyeran mejor. Eso sí, cumpliendo tres requisitos: que los gobiernos subsiguientes sean «estables», que promuevan políticas «progresistas» y que primen la «convivencia» entre los vecinos sobre otras cuestiones. Y es que, según apuntan otras fuentes socialistas, en el ámbito municipal lo que importa a la hora de sellar coaliciones es «el proyecto local» y la sintonía personal, y la política nacional queda en segundo plano.

En este sentido, diversos actores implicados en varias de las negociaciones sí han constatado a menudo falta de sintonía entre ERC y JxCat, lo que a su entender evidencia que la «unidad» independentista chirría. De hecho, pactos como el de Figueres no han gustado a algunos miembros de JxCat, como su portavoz en el Parlament, Albert Batet, que criticó que ERC se aliara con el PSC «justo la semana que acaba el juicio». Otras localidades en las que republicanos y socialistas han llegado a acuerdos son: en la provincia de Barcelona, Caldes d’EstracSant Vicenç de Castellet y Castelldefels; en Tarragona, AltafullaVilallonga del CampLa Selva del Camp; y en Lleida, Tàrrega y Oliana.

Convergentes y socialistas

Por su parte, JxCat ha pactado con el PSC en municipios barceloneses como CalellaMalgrat de MarPremià de MarVilafranca del PenedèsLlorenç del PenedèsTorderaDosriusSubiratsLa Granada y Castellví de Rosanes. Lo mismo ha sucecido en todas las provincias.

En Badalona, en cambio, Xavier García Albiol se acerca a la alcaldía, después de que Guanyem Badalona en Comú y ERC, las formaciones que conformaron la coalición de La Badalona Valenta, descartaran ayer apoyar al socialista Álex Pastor en el pleno de hoy. Solo una sorpresa de última hora apartará al exlíder del PP catalán del cargo, informa Manuel Arenas.

ERC se hará con Lleida y Tarragona, y JxCat retendrá Girona

Si no hay sorpresas de última hora, el PSC perderá hoy dos de sus históricos feudos, Tarragona y Lleida, que pasarán a manos de ERC. En Tarragona, el socialista Josep Fèlix Ballesteros, volvió a ganar las elecciones pero perdió apoyos, lo que ha permitido al candidato de Esquerra, <strong>Pau Ricomà</strong>, tejer un pacto alternativo con los ‘comuns’ que también será apoyado por JxCat. La misma suma desbancará a los socialistas de la alcaldía de Lleida después de 30 años de gobierno. El republicano <strong>Miquel Pueyo</strong> será elegido alcalde con el apoyo de los siete concejales de ERC, los seis ediles de JxCat y los dos de los ‘comuns’. Por su parte, Junts per Catalunya conservará la alcaldía de Girona, con <strong>Marta Madrenas</strong> al frente, gracias al apoyo de ERC y Guanyem, de la que forma parte la CUP. El PSC planteó a estas dos formaciones un tripartito con una alcaldía rotatoria.