CITA CON LAS URNAS

Un debate de ausentes

Los candidatos estrella catalanes plantan a la tele pública y llevan a segundas espadas a una cita que se zanja sin visos de acuerdos

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zentauroepp47775092 graf2023 barcelona 15 04 2019 i d el n mero uno por ta190416173205 / EFE / MARTA PÉREZ

Júlia Regué

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Las cámaras del plató de TVE estaban preparadas para enfocar a los cabeza de lista catalanes –oficiales y de facto– al 28-A pero el anuncio de plantón de Cayetana Álvarez de Toledo (PP) produjo un efecto dominó. Al conocer su ausencia, la postulante de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas; la del PSC, Meritxell Batet, y el de ERC, Gabriel Rufián, se apresuraron a buscar sustitutos y situaron en el debate a segundas espadas. 

En representación de los populares acudió su número uno por Tarragona, Jordi Roca; la bandera naranja la ondeó el consecutivo a Arrimadas, Toni Roldán; el PSC encomendó el recital de su argumentario a su número tres por Barcelona, Mercè Perea, y los republicanos dejaron en esta ocasión la dialéctica para el sexto puesto de su papeleta, Gerard Gómez del Moral. Los únicos que no sucumbieron fueron Jaume Asens (En Comú Podem) y Laura Borràs (JxCat).

Los movimientos no se digerieron bien en la cadena pública y el presentador, Quim Barnola, hizo en inciso para dejar claro que "tenían un compromiso firme" que decidieron quebrantar. Pese a todo, el debate siguió adelante y volvió a accentuar la falta de puntos de encuentros para desencallar el conflicto.

JxCat y ERC firmaron una tregua: se apoyaban cuando los adversarios sacudían algún cimiento del ‘procés’ pero, cuando no, se ignoraban. Buscaron a En Comú para presionar al PSC a aceptar un referéndum para desanclar a Catalunya del resto de España, pero la portavoz socialista fue inamovible. "El derecho a decidir es una trampa –dijo Perea–  y es que no se ha definido para qué".

Gómez del Moral buscó el cuerpo a cuerpo con la socialista y aseguró que buscan que los independentistas abandonen su proyecto político, "entrar en una falsa dicotomía: la represión o la renuncia", una encrucijada ante la que recurrió a los "consensos del 80%" para acercarse a los ‘comuns’. Un extremo que fortaleció apostando por "diálogo" y provocó el asentimiento de Asens.

La candidata del PSC aceptó el cauce dialogado y recetó más autogobierno, aunque aprovechó el capítulo para recordar el portazo de los independentistas a las cuentas de Pedro Sánchez. "Después de la manifestación se levantaron porque había miedo", se justificó el de ERC. Y ahí no encontró el hombro de Asens: "Fue una irreposponsabilidad, sobre todo vuestra", dijo.

Paternalismo

"Menos paternalismo y más democracia", aleccionó Borràs a Perea, y cuestionó el abandono del "derecho a decidir" en su programa electoral, un recuerdo al que acudió también el de En Comú para vanagloriar el PSC de Pasqual Maragall. Usó el momento para insinuar que el PSOE podría estar dispuesto a aplicar el 155 en Catalunya si forma Gobierno con Cs, pero la socialista echó balones fuera y se reafirmó en la necesidad de hablar.

Cs situó la discusión en la disyuntiva o "Sánchez con los independentistas en lo territorial y con Podemos en lo económico" o "nosotros"; mientras, el candidato popular fue por libre. No entró al trapo en ningún choque, usó sus minutos para recitar el argumentario traído de casa. Pero en una de sus intervenciones recibió una reprobación mayoritaria al equiparar el independentismo y el PSOE con ETA.

Nadie discutió escenarios de futuro o trató de tender la mano a sus potenciales aliados. Ahora toca cosechar votos en disputa.