Un experto del Consell de la República dice que el Govern "robó" el censo del 1-O

Rafael Pous, destacado activista del Consell de la República y profesor de la Universitat Pompeu Fabra, reconoció en un reciente acto público en Esparraguera de apoyo a la entidad que preside Carles Puigdemont que la Generalitat había "robado el censo" electoral para poder organizar el referéndum del 1-O, explica este domingo 'El Confidencial'. La obtención de los datos privados de los electores es una de las incógnitas punibles a la que se enfrenta la cúpula independentista juzgada ante el Tribunal Supremo.

"Porque ya sabemos cómo se las gastan con el censo. Lo tienen cogido y no nos lo dejan. Porque el censo es la clave. ¿Cuál fue la primera alegría del 1 de octubre en los días anteriores? Cuando el Govern de la Generalitat nos dio el censo a los ciudadanos. Y nos dejó acceder a través de Twitter, Telegram y la web", aseguró Pous en un encuentro que tuvo lugar el pasado 24 de enero en el Ateneu de Esparraguera y que la televisión local grabó y colgó en YouTube.

Según la información firmada por el periodista Marcos Lamelas, "el puente para eludir los problemas legales para encajar en lo informático el Consell per la República y la red tecnológica de la administración catalana estaría en las Islas Feroe". Según Pous, la Generalitat consiguió el censo ya que "se lo pudo robar a ese Estado que lo tiene secuestrado. Nunca más, nunca más esto. 'Blockchain' es la tecnología que nos permitirá tener los datos a los propios ciudadanos, los depositarios y custodios de nuestros propios datos. Esto me parece muy relevante y muy importante".

Pous, ingeniero de telecomunicaciones, doctor por la Universidad de Berkeley y miembro del colectivo Cercle Català de Negocios, se ha desdicho parcialmente de sus afirmaciones en Esparraguera y puntualizó a 'El Confidencial' que no llegó a tener una información privilegiada sobre el asunto del censo: "Como todos los ciudadanos de Catalunya, tuve acceso a mis datos de censo a través de servicios de Twitter y Telegram. No tengo ninguna información que no tuviera cualquier otro ciudadano de Catalunya. Si usé la palabra 'robar', fue un error y no lo mantengo. Entiendo que si la Generalitat nos hizo llegar datos lo hizo en base a la legalidad vigente".

Pese a su rectificación, el activismo soberanista sigue considerando la posesión del censo como uno de los triunfos de la batalla independentista al abrir la puerta a información celosamente guardada por el Estado y permitir dar visos de oficialidad al referéndum del 1-O. El relato de Rafael Pous coincide en parte con el de la Guardia Civil, que asegura que la mano derecha de Oriol Junqueras, Josep María Jové, dejó anotado en su libreta Moleskine que se habían utilizado diversas bases de datos oficiales para configurar el censo que se usó el 1-O. Por estos hechos, entre otros, Jové será juzgado junto con diversos altos cargos del independentismo ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

Pous explica en sus conferencias de apoyo al Consell per la República que se quiere utilizar ese censo como base de datos principal para crear un registro civil y mercantil propio al margen del Estado, lo que supondría otra posible fuente de ingresos para el aparato que está organizando Puigdemont mediante la petición de cobro de impuestos desde Bruselas para financiar el proceso a la independencia o el aprovechamiento de las criptomonedas como bitcóin para establecer vías de financiación opacas.