CAMINO DE LAS URNAS

Asens, el 28-A y el reto de conservar Barcelona

Jaume Asens

Jaume Asens / ALBERT BERTRAN

Roger Pascual / Toni Sust

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Los 'comuns' han decidido jugar la carta de Jaume Asens para intentar repetir el doble éxito de Xavier Domènech en las elecciones generales. Finalmente, han apostado por el teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía de Barcelona porque se considera que era la mejor opción, pese a que eso implique quitar una de las piezas claves de la candidatura municipal para revalidar el triunfo de la capital catalana, la gran prioridad para los 'comuns', que saben que este es el pilar sobre el que se sostiene su proyecto político. 

Asens era ya el nombre que se planteaba de cara al Congreso pero en la dirección de los 'comuns' contaban que estos comicios llegarían después de las municipales. Como reconocen fuentes de la confluencia, el adelanto electoral les cogió por sorpresa, ya que llegó cinco días después de que se anunciara la lista de Ada Colau, en la que Asens iba en el número cuatro. Aquello hizo replantearse los planes iniciales, ya que retener Barcelona es la gran apuesta y había algunas dudas sobre desmontar la lista. Pero aunque se barajaron los nombres de Gerardo Pisarello y de Joan Mena (que finalmente estarán entre también en los cinco primeros puestos de la lista), fuentes de los 'comuns' explican que se valoró todo y se consideró que Asens era la mejor apuesta y el nombre era el que generaba más consenso con Podemos.

Las fuentes consultadas niegan que esta decisión se debilite la candidatura de Barcelona y defienden que este movimiento "refuerza la apuesta municipalista ya que llevará ahora al Congreso esta apuesta". La lista encabezada por Asens recibió más votos en blanco que a favor en la asamblea celebrada en Barcelona (al haber una sola candidatura no se podía votar en contra). Desde la dirección de la confluencia se quita hierro a este asunto y lo atribuyen a que, al haber solo una lista, muchos de los que estaban a favor ya no fueron a votar, mientras que los contrarios (que le ven demasiado cercano al independentismo) sí que lo hicieron. 

Una bisagra frustrada

Pero si Asens era un activo electoral para Colau en la campaña electoral de las municipales, mucho más relevante podía resultarle durante el próximo mandato. Si la aritmética lo permite, uno de los pactos que se considera más probable es el de Barcelona en Comú con ERC, gobernando el que quede primero, o incluso turnándose en la alcaldía.

En el supuesto de que esa alianza cristalizara, Asens, el más independentista de los colauistas, o el más colauista de los independentistas, hubiera podido actuar como una bisagra eficiente entre ambos colectivos. Incluso el independentismo de calle que abomina de Colau encuentra motivos para elogiar al teniente de alcalde, que llegó a asesorar a Carles Puigdemont y a los 'consellers' sobre a qué países les convenía más irse, antes de que abandonaran Catalunya.

Asens, que como responsable municipal empezó el mandato con una incomodidad evidente, visiblemente arrepentido de haber cerrado su despacho de abogado, se fue encontrando en sus zapatos a medida que pasó el tiempo y parecía perfectamente dispuesto a pasar otros cuatro años en el consistorio.