El Gobierno reclama a Torra que "apacigüe las emociones" ante el juicio

El Gobierno intenta que el inminente juicio a los principales dirigentes del proceso independentista, que comenzará el próximo 12 de febrero, no inflame la situación en Catalunya. Pero reconocen la dificultad del esfuerzo. En la Moncloa asumen que el proceso complicará aún más las relaciones con ERC y el PDECat, a las puertas del debate parlamentario de los Presupuestos, que coincidirá con la cita en el Tribunal Supremo. Poco después de que el 'president' de la Generalitat, Quim Torra, pidiera a la comunidad internacional que "proteja" a los juzgados, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, ha llamado a "apaciguar las emociones".  

"Pedimos racionalidad y sensatez. Vamos a tratar de apaciguar las emociones, de moderarlas, para que no se susciten situaciones que no interesa en este momento propiciar dentro de la ciudadanía. Pedimos a las fuerzas políticas que hagan un llamamiento a la normalidad", ha dicho la también ministra de Educación. "El señor Torra es libre de expresarse, pero la moderación en la retórica suele ser bastante bien recibida", ha continuado tras el Consejo de Ministros.

Frente al 'president', que acudirá al Supremo para "plantar el espejo de la vergüenza ante los poderes  del Estado español", el Gobierno defiende que este será un juicio "con todas las garantías", que "será televisado y tendrá toda la visibilidad", porque España, ha dicho Celaá, es un "Estado de Derecho" homologable a los países de su entorno europeo. En este sentido, el Ejecutivo descarta que el llamamiento de Torra vaya a tener algún impacto más allá de España. Hasta ahora, recuerdan fuentes de la Moncloa, el independentismo no ha tenido éxito en su estrategia de internacionalizar el ‘procés’.

La mesa de partidos

El Gobierno quiere mantener la senda trazada hasta ahora en su relación con el independentismo, basada en la reactivación de las comisiones bilaterales y los intentos de que ERC y el PDECat apoyen sus iniciativas en el Congreso. La última reunión entre la vicepresidenta, Carmen Calvo, su homólogo en la Generalitat, Pere Aragonès, y la 'consellera' de Presidència, Elsa Artadi, terminó sin acuerdo. Mientras el Ejecutivo insiste en que la mesa de partidos proyectada para afrontar el "conflicto político" debe estar integrada solo por formaciones catalanas, el Govern quiere que también participen fuerzas de otros ámbitos, como Podemos y el PNV. Así que ambas partes se han dado un tiempo.

"Cuando una conversación llega a un punto ciego, lo mejor es dejarla por unos días", ha dicho la portavoz. "Lo que buscamos es vehicular, encauzar este conflicto político –ha concluido-. Si hay inteligencia colectiva en los distintos ámbitos de competencia, se encauzará. Pero si la emoción se desborda…".