LOS POLÉMICOS APOYOS A LA ULTRADERECHA

Los mecenas comunistas islámicos de Vox

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Adrià Rocha Cutiller

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A veces solo hacen falta dos años y unos cuantos millones para practicarse un lavado de cara completo. Y este fue el caso: en 2014, el Congreso Nacional para la Resistencia en Irán (CNRI), una organización opositora iraní, según ha revelado este domingo ‘El País’,‘El País’ pagó el 80% de la campaña electoral de las elecciones europeas a Vox.

Hasta aquí, todo bien: Vox asegura que la donación, que ascendió a 800.000 euros, fue auditada por el Tribunal de cuentas; que no hubo nada ilegal ni irregular. Pero surgen problemas: el CNRI, aunque el nombre parezca indicarlo, no es solo una simple organización opositora al régimen teocrático de los ayatolás en Irán. También es parte de otro grupo, los Muyahidines del Pueblo, una organización que, hasta 2012, estuvo en la lista negra del terrorismo internacional. Según los analistas, los Muyahidines del Pueblo comparten líderes y organigrama con el CNRI. Se parecen tanto que uno sería el brazo político y el otro el ejecutor de un mismo organismo. Y todo funcionando siempre lejos de Irán: su dirección está exiliada en Francia.

Comunistas e islamistas

Comunistas e islamistasTodo empezó mucho antes de que Vox empezase a ser un proyecto; antes, de hecho, de que Irán se convirtiese en una república islámica. Los Muyahidines del Pueblo nacieron en 1965 como una organización estudiantil izquierdista y islamista que se oponía violentamente al sha, Reza Pahleví. Con los años, llegó la revolución verde de 1979: evidentemente, los Muyahidines del Pueblo lucharon contra el régimen.

Ganaron al sha, pero perderían rápido. El que se convertiría en líder supremo de la nueva República Islámica de Irán, el ayatolá Jomeini, una vez alcanzó el poder, los ilegalizó. Empezaba una batalla que llevó al grupo a atentar contra miembros del gobierno. Pero la contienda duraría poco: los muyahidines fueron expulsados del país. Entonces, en 1981, fundaron el CNRI, con base en Francia.

Pero el brazo armado siguió a sus labores y su actividad contrarrevolucionaria, izquierdista e islámica: colaboró y luchó con Saddam Hussein en la guerra Irano-Iraquí (1980-1988). Iraq, el por aquel entonces enemigo número uno de Irán, fue su paraíso en la tierra hasta 2003: tenían tres horas diarias de propaganda personalizada en la televisión estatal iraquí. Hussein, de hecho, los armó, protegió y mantuvo hasta que George Bush, José María Aznar y Tony Blair decidieron que el dictador iraquí tenía que caer.

Amigos en todo el mundo

Amigos en todo el mundoPero, ahora, el CNRI se distancia de esos años mozos. La organización asegura que no tiene nada que ver con los Muyahidines del Pueblo y, para demostrarlo, organiza actos en todo el mundo en los que invita, siempre, a líderes políticos occidentales. El expresidente español José Luís Rodríguez Zapatero asistió a uno de ellos.

También lo han hecho, en otras ocasiones, el recientemente difunto republicano estadounidense John McCain, el exministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, la política colombiana Íngrid Betancourt, el abogado de Donald TrumpRudy Giuliani, y el actual asesor en Seguridad Nacional del presidente estadounidense, John Bolton. Este último, de hecho, cobró 150.000 euros del CNRI por asistir a varios de sus actos, según el periódico británico ’The Guardian’.

La contradicción

Y, en este contexto, Vox, el partido antiinmigración, confirma que ha recibido financiación de personas que, en su tiempo, emigraron de su país hacia otro; en este caso de Irán hacia Europa.

«Yo, por mi parte, no conocía de nada a los donantes. Eran personas que no tenían nada que ver con Vox. La candidatura era yo. Eran donativos a mi persona. He ayudado a salvar muchas vidas», ha argumentado en declaraciones a ‘El País’ Alejo Vidal-Quadras, candidato de Vox a las elecciones europeas de 2014, expresidente del PP de Catalunya. En ese momento, Santiago Abascal era secretario general del partido.