LA CAUSA POR REBELIÓN

El independentismo prepara su 'juicio' al juicio del 'procés'

Concentración ante la prisión de Lledoners, el pasado 2 de noviembre

Concentración ante la prisión de Lledoners, el pasado 2 de noviembre / AP / FELIPE DANA

Xabi Barrena / Fidel Masreal / Júlia Regué

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Falta menos de un mes para que el proceso independentista se siente en el banquillo de los acusados en el Tribunal Supremo. Para encarar un juicio que determinará el futuro personal de los encausados y político de toda Catalunya, todos los actores del soberanismo están preparando sus estrategias para explotar al máximo un proceso judicial que coincidirá con la precampaña de las elecciones municipales y europeas.

ERC

En el mundillo baloncestístico se conoce como 'aclarado' el intento de un equipo por dejar solo a su mejor jugador para que él se juegue una canasta habitualmente decisiva. Salvando todas las distancias, eso es más o menos lo que ERC está tratando de hacer con la declaración de Oriol Junqueras en el juicio del 'procés' que iniciará a finales de enero en el Tribunal Supremo. Desde el lunes 30 de octubre del 2017, cuando fue entrevistado en TV-3, los catalanes no oyen al exvicepresidente del Govern. Y desde el 2 de noviembre del mismo año, cuando fue a declarar a la Audiencia Nacional y ya fue encarcelado, solo se han visto imágenes suyas en dos ocasiones, la última, la foto del día en que Jordi Turull y Jordi Sànchez iniciaron la huelga de hambre.

En estos casi 15 meses no ha habido Junqueras para el gran público. Ni en campaña electoral, ni en el proceso de investidura. Tampoco durante la moción de censura o, ahora, con los Presupuestos del Estado. Dicho en italiano, la lengua escolar del exalcalde de Sant Vicenç dels Horts, 'Niente Junqueras'. Todo lo contrario de lo que ha ocurrido con Carles Puigdemont.

Los republicanos confían en que el impacto mediático de la declaración de su líder, que intramuros ha seguido dirigiendo con mano firme los designios de la formación, les alcance hasta la campaña electoral de las municipales. Dicho de otro modo, si Puigdemont se benefició de hacer campaña sin oponente en las autonómicas del 2017, y ganó por 12.000 votos, los republicanos esperan que, a nivel de impacto, como mínimo igualen las fuerzas.

Así pues, la ocasión es magna para ellos porque, además de Junqueras, están el resto de procesados, como Carme ForcadellRaül Romeva y Dolors Bassa. Con todo, los republicanos preparan un amplio dispositivo de seguimiento del juicio. Para la ocasión, ERC se ha buscado, incluso, un portavoz que ponderará lo que suceda dentro de la sala de vistas. Fuentes republicanas apuntan a que este portavoz será Joan Ignasi Elena, antaño del extinto sector catalanista del PSC y hogaño 'agitador' a favor del derecho a decidir. Nótese que para este perfil, los republicanos no podían confiar a un cargo propio, por cuanto el juicio tiene una duración estimada de tres meses. Esquerra ha elegido no a un independentista de rompe y rasga, sino a uno de esos perfiles que "amplían la base".

JUNTS PER CATALUNYA

En Junts per Catalunya se están acabando de cerar los flecos de la estrategia, en permanente contacto con los presos en la cárcel de Lledoners, a los que el grupo parlamentario visitará este lunes. Se trata de un operativo complejo, que se tejerá entre partidos y entidades soberanistas, así como observadores y periodistas.

JxCat está especiamente preocupada en dos frentes. Por un lado, la resistencia física y las garantías procesales de los presos, a medida que avancen las sesiones del juicio y deban desplazarse desde la cárcel al Supremo; por otro, la necesidad de articular un mensaje diario cara a los medios de comunicación, especialmente tras la fase de la toma de declaración de los presos.

Para afrontar estos objetivos, los posconvergentes desplegarán una serie de cabezas visibles para traducir al lenguaje político las cuestiones clave del ámbito jurídico que se vayan planteando a lo largo de las sesiones de la vista. Este desembarco de representantes de JxCat en Madrid hará que muchos diputados del grupo deban multiplicar su dedicación entre el Parlament y la asistencia al juicio. Y quien no descarta acudir a algunas sesiones es nada menos que el presidente de la Generalitat, Quim Torra.

CUP

La que se ha quedado sin altavoz en el Tribunal Supremo es la CUP. Su única imputada llamada a juicio, Mireia Boya, responderá finalmente ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, junto a los miembros de la Mesa del Parlament. Eso no cambia su estrategia de "pararlo todo", desde la primera a la última sesión del juicio que se celebrará en Madrid, aunque buscan el encaje para que sus postulados calen. Fuentes anticapitalistas intuyen una "voluntad desmovilizadora por parte de los partidos con presos", y por eso apuestan por incrementar los contactos con actores sociopolíticos y sindicales, con los que ya se movilizaron contra la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona.

Estas mismas voces advierten a los socios del Govern de que "no están dispuestos a aceptar" que "desmovilicen", como lo hicieron pasado el 21-D, porque eso sería "un error de graves consecuencias", más aún si es para "allanar la negociación de los Presupuestos y el supuesto gesto de Pedro Sánchez". Desde su órbita, Arran reclama a los acusados que no comparezcan ante el tribunal porque, de lo contrario, ello supondría "reconocer la autoridad de la justicia española" y que "sea el conjunto del pueblo el que será juzgado".

ANC Y ÒMNIUM

En cuanto a la ANC y Òmnium Cultural, ya se han puesto en marcha para no perder su liderazgo en las calles. Las entidades mantienen un "contacto permanente" y ultiman a puerta cerrada los detalles de las marchas que celebrarán en las principales capitales europeas y en Madrid. Sus asambleas territoriales preparan concentraciones el día que empiece el juicio a las 19.00 horas frente a los consistorios.

"Mientras haya una situación de vulneración de derechos fundamentales, no puede haber una situación de normalidad", zanjan fuentes de Òmnium. Su vicepresidente, Marcel Mauri, arropará a Jordi Cuixart y al resto en varias sesiones judiciales, y no faltará a la primera. "Es evidente que tenemos que incrementar nuestra presencia en Madrid los próximos meses", comentan. De la misma forma, fuentes de la ANC dan por hecha la presencia de Elisenda Paluzie.

OBSERVADORES INTERNACIONALES

El juicio será fiscalizado por observadores nacionales e internacionales. Una plataforma de entidades a favor de los derechos humanos se ha organizado bajo el nombre de International Trial Watch-Catalan Referendum para gestionar su presencia. "Pretendemos que las sesiones sean supervisadas por especialistas de todo el mundo", explica a este diario una de sus promotoras, la catedrática de Derecho Constitucional Mercè Barceló.

Esta organización facilitará apoyo técnico y material a entre 10 y 12 juristas extranjeros, además de unos 12 catedráticos de distintas universidades españolas, que custodiarán las sesiones en el Tribunal Supremo y publicarán distintos informes. "La presencia de observadores internacionales garantiza que haya un árbitro", zanja Barceló.