LA AMENAZA TERRORISTA

La policía busca a un conductor de autobuses marroquí por la amenaza en BCN

J. G. Albalat

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mossos d'Esquadra, Guàrdia Urbana, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía buscan a Brahim Lmidi, un conductor de autobuses de Casablanca (Marruecos) de unos 40 años, que tenía la intención de viajar a Barcelona y habría planeado cometer un atentado yihadista estás navidades mediante un atropello masivo. Además de las labores de investigación para localizar al sospechoso, del que ni siquiera se sabe con certeza si está en territorio español, se han reforzado las medidas de seguridad en zonas sensibles de la capital catalana, como es el caso de la Rambla, la Sagrada Familia y las comisarías. En las dos últimas semana han sido detenidos dos presuntos yihadistas en Salou y Mataró.

El Departamento de Estado de Estados Unidos pidió el domingo a sus ciudadanos a través de las redes sociales que extremaran la precaución en la zona de la Rambla de Barcelona, donde el año pasado se produjo un mortal ataque yihadista, ante la posibilidad de atentados durante estas fechas navideñas. En su cuenta de Twitter dedicada a difundir advertencias a los pasajeros estadounidenses en el extranjero, la Oficina de Asuntos Consulares, difundieron un apunte en el que llamaron a evitar pasear por esa zona.

Los Mossos, a raíz del mensaje de EEUU, elaboraron una orden interna que señala la posibilidad de que un individuo, nacido en Casablanca, intente cometer un "atropello con autocar o similar" en la capital catalana, aunque no precisa el eventual objetivo ni la zona. El atentado estaría previsto para el próximo martes 25 de diciembre, día de Navidad. Según las fuentes consultadas, la policía catalana da una credibilidad "media" a esta información. Esta instrucción fue distribuida a todos los cuerpos de Seguridad del Estado y a la Guàrdia Urbana de Barcelona. Los agentes han sido avisados de la misma en las reuniones habituales en las que se preparan las jornadas.

Fuentes policiales han asegurado a este diario que el aviso de riesgo de atentado terrorista en Barcelona llegó a los Mossos hace poco, el sábado o el domingo, y fue transmita desde CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), órgano en el que la policía catalana participa desde el pasado mes de octubre. Desde ese momento, se empezó a blindar las comisarías y se reforzó la vigilancia en la calle, con mayor visibilidad de agentes portando armas largas. Las medidas de seguridad se incrementaron, a pesar de que la información distribuida era poco precisa. La policía ha desplegado efectivos para intentar localizar al presunto terrorista.

Comunicar las sospechas

Los Mossos han pedido este lunes a través de las redes sociales la colaboración ciudadana ante la amenaza yihadista. "RECUERDA el nivel de alerta antiterrorista CONTINÚA en nivel 4/5. Si tiene información, colabora", han escrito en su cuenta oficial de Twitter. En el mismo mensaje se concretan el  número de teléfono al que se puede llamar para denunciar cualquier sospecha o incidente y un correo electrónico (937285220 y mossos.terrorisme@gencat.cat).

El 'conseller' Buch, asegura que es una amenaza "más de las que se recibimos" y se está trabajando "con intensidad"

El 'conseller' de Interior, Miquel Buch  ha confirmado que los Mossos están investigando la alerta terrorista lanzada por el Departamento de Estado de EEUU y que se ha aumentado la vigilancia,  pero ha señalado que es "una amenaza más". "Es una más de las que recibimos. Seguramente este caso es un poco diferente por el tuit del Departamento de Estado de EEUU y se trabajan con intensidad. Esta es una más", ha señalado Buch en una entrevista en RAC-1. "Los Mossos, la Guardia Urbana y el resto de cuerpos policiales están trabajando en ello, como siempre", ha insistido.

El ‘conseller’ ha evitado dar más detalles sobre esta para no afectar el operativo despegado por los Mossos y otros cuerpos policiales. "En caso de que la amenaza fuera efectiva, se trata de poder frenarla antes. Por eso no puedo dar más detalles", ha dicho. Por ahora Interior no prevé aumentar el nivel de alerta terrorista de 4 --el nivel actual-- a 5. "No creo que aumentemos la alerta. Ya es suficientemente alta", ha insistido.

Mensaje de calma

Buch ha querido trasladar un mensaje de calma a la población: "Cometeríamos un error si viviéramos con miedo. Hemos de poder vivir en absoluta libertad y normalidad. Si no, les damos la victoria a los terroristas”. Desde la ‘consellería’ también se ha lanzado ese mensaje de “prudencia”.

El 'conseller' ha subrayado que desde el pasado septiembre, con la entrada de los Mossos en el CITCO, "han mejorado los mecanismos de coordinación antiterrorista" con el Estado. "Tenemos mucha más información y mucha más influencia", ha detallado.

La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, ha confirmado este lunes el aviso de amenaza terrorista en la ciudad y ha ofrecido la colaboración de la Guardia Urbana que se está coordinando con los Mossos para evitar que se acabe produciendo el ataque.

En rueda de prensa, Sanz ha explicado que la dirección del operativo de Mossos está tratando de comprobar que existe esta amenaza y encontrar a los posibles implicados, y que será este cuerpo policial el que podrá dar más información al respecto. La teniente de alcalde ha aconsejado a los ciudadanos que sigan las indicaciones y recomendaciones proporcionadas por los Mossos.

Extremar la protección y control de vehículos de grandes dimesiones

Las medidas de seguridad que han desplegado los Mossos en Barcelona son muy diversas y se suman a otras que se pusieron en marcha tras los atentados del 17-A en la Rambla, como los bolardos que impiden el paso de vehículos en la calzada central. Según una circular interna de la Guardia Urbana de la capital catalana, los  agentes deben “extremar” la protección personal, a la vez que se ha “reforzado” el control en las comisarías. Se recomienda, además, mantener una “actitud de vigilancia permanente”, especialmente en los lugares en que se produzcan concentraciones importantes o tránsito de muchas personas, como el centro de la capital catalana o la Sagrada Familia.