NEGOCIACIONES PARA LA JUNTA

PP y Ciudadanos alcanzan un "principio de acuerdo" para gobernar en Andalucía

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Julia Camacho

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PP y Ciudadanos alcanzaron ayer un “principio de acuerdo programático”, la base de un posterior pacto de gobierno para la legislatura en Andalucía. Fuentes de ambas formaciones confirmaron que el contenido de ese acuerdo, con más de 80 puntos que servirán de guía para el futuro Ejecutivo, quedará definitivamente cerrado en una reunión técnica que se celebrará este viernes en el Parlamento.

Desde ambos partidos explicaron que de momento el acuerdo se limita al contenido de la acción de gobierno, aunque desde el PP siempre han mantenido que ese acuerdo no se podía desligar del consenso para la composición de la mesa del parlamento y de la formación de gobierno. Es más, era el paso previo. Sin embargo, el acuerdo parecía no llegar, pese a la voluntad manifiesta y la enorme sintonía expresada por ambos partidos. Y el reloj seguía corriendo, porque el día 27 de diciembre debe formarse el Parlamento andaluz

El punto de inflexión después de dos semanas de negociación fue el órdago lanzado ayer por el líder del PP, Juan Manuel Moreno. Reprochó que “nos vamos a quedar sin tiempo, faltan siete días y no tenemos cerrado ningún acuerdo”, y anunció su disposición a presentar su propio candidato a presidir la cámara. Un ultimátum que supondría que el bloque de derechas perdiera el poder del órgano de control del legislativo. Con el sistema de votación establecido, en ausencia de acuerdo el PSOE obtendría la presidencia y otros tres puestos. PP y Ciudadanos se quedarían otros dos cada uno y Adelante Andalucía y Vox tendrían voz, pero no voto. “El resto de partidos tendrán que decidir entre cambio o continuidad”, retó Moreno, “no podemos retroceder ni parar por tacticismo político”.

El PP trató así de contratacar las continuas dilaciones de la formación naranja, que duda todavía del rédito electoral que les puede dar un acuerdo en el que, de una u otra manera, está el partido de ultraderecha Vox. La cancelación de la reunión prevista para ayer mismo aumentó la desconfianza, dado que los de Albert Rivera seguían instando estos días a que fuera el PSOE quien de forma sorprendente se abstuviera para permitir un gobierno de la derecha. Una actitud que hizo dudar incluso sobre si Ciudadanos querría realmente entrar en el ejecutivo regional o conformarse con servir de socio preferente y conformarse con la mesa de la presidencia.

Pero tras el reto de Moreno, que en Ciudadanos atribuyeron a las prisas “por trincar los sillones”, llegó el anuncio del líder de Vox, Santiago Abascal, sobre el inicio ayer mismo de las “conversaciones” con el PP para la legislatura en Andalucía, sin dar más detalles. Unas negociaciones que los populares andaluces descartaron hasta alcanzar el acuerdo con los de Rivera. El cúmulo de acontecimientos han terminado por convencer a la formación naranja de la necesidad de terminar una hoja de ruta con las medidas a tomar durante la legislatura, tal y como propuso el líder de Ciudadanos Juan Marín, que será rematada este mediodía en una nueva reunión. Posteriormente, el lunes o el miércoles, ya se reunirá la comisión política, con los líderes nacionales, para cerrar definitivamente el “gran acuerdo”.

El acuerdo

El<strong> pacto programático </strong>cerrado por PP y Ciudadanos incluye medidas para la eliminación de los aforamientos, así como iniciativas para la evaluación de políticas públicas y una ley de protección integral para la corrupción, así como un nuevo reglamento de transparencia muy similar al que ambas formaciones acordaron en la Comunidad de Madrid. Asimismo, el acuerdo contempla la auditoría de las cuentas públicas y sacar adelante la comisión de investigación de la exinta empresa pública FAFFE, cuyos directivos acabaron usando sus tarjetas opacas en clubes de alterne. En materia social, y pese a las diferencias con el programa electoral de Vox (que pide su supresión), se recoge impulsar un pacto andaluz contra la violencia de género. Asimismo, el documento hace referencia al "poder" de las autonomías, mensaje claro frente a la centralización que defiende la formación de ultraderecha cuyo apoyo será necesario durante la legislatura.