La oposición carga contra Torra por no desdecirse de la vía eslovena

La bienvenida de Alfred Bosch al frente de la Conselleria de Exteriors no ha escapado del agrio debate en el hemiciclo entre independentistas y la oposición sobre las 'embajadas' catalanas y las referencias del 'president' de la Generalitat, Quim Torra, a la vía eslovena.

La líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, reprochó a Torra su escueta intervención de presentación de los cambios en el Ejecutivo catalán y achacó la elección de Bosch a un "cambio de cromos dentro de ERC", que "no responde a una mejora de la gestión". "Cumple un requisito importante para ser miembro Govern defiende con radicalidad la independencia. Lo ha demostrado sobradamente", espetó. Arrimadas cargó contra la tarea de esta Conselleria por ser "la más procesista de todas, la joya de la corona del 'procés'" y auguró "momentos gloriosos durante su mandato". 

No olvidó las aseveraciones de Torra sobre la vía eslovena y le reprochó que "hable en nombre de todos los catalanes". La líder de los naranjas aseguró que "se está creando un club de fans de una cosa muy fea, la guerra de los Balcanes" y sacó a relucir artículos del vicepresidente Pere Aragonès y del nuevo 'conseller' sobre la vía eslovena redactados años atrás. El 'president' le replicó que él forma parte del club de fans "de la paz y la democracia". 

Recibimiento "institucional" el 21-D

Miquel Iceta deseó un buen trabajo a Bosch y en un tono calculadamente conciliador, aseveró que defiende la acción exterior de la Generalitat porque da "poderosos intereses" aunque "no le habilita para utilizar sus instrumentos contra el Estado español". "No confunda una causa política legítima con el conjunto del país", ha advertido al nuevo titular de Exteriors.

El socialista también se dirigió a Torra para pedirle que trabaje "con discreción" para tender puentes con el Gobierno, siempre "con el diálogo dentro de la ley". Eso sí, le afeó sus palabras en las que apelaba a los CDR para que "apretasen". Pidió una bienvenida "formal e institucional" al Gobierno el 21 de diciembre en Barcelona, para acabar el año en el cauce de la estabilidad y el diálogo, y no "en una situación de enfrentamiento que sería muy negativo para las dos partes". "Es mejor no encender fuegos", aseveró, apelando a la "moderación".

"Destitución" si el PP vuelve a la Moncloa

Los conservadores han sido los más breves y los más contundentes. Alejandro Fernández ha criticado que Torra apueste por "la guerra" y le ha advertido de que si vuelven a ocupar la Moncloa, "le van a destituir". "No es una amenaza, es un anuncio, una explicación de la realidad", ha espetado, y ha añadido: "No queremos guerras, ni la eslovena ni la vietnamita".

Explicaciones sobre la travesía unilateral

Los 'comuns' iniciaron su turno disparando contra Bosch por su "falta de capacidad de entendimiento que ejerció en el consistorio de Barcelona con el bloqueo de las políticas sociales y progresistas". Y no bajaron el tono contra el Govern, a quien acusó de "no tener ninguna intención de gobernar". Enumeró los principales retos sociales y aseveró que "se empiezan a parecer a Manuel Valls". "No sabemos cuál es la estrategia de gobierno, si tiene alguna", censuró Jéssica Albiach, y reclamó a Torra que aclare si apuesta por la vía eslovena y la travesía unilateral, al tiempo que exigió a ERC que "dejen la calculadora electoral" y apuesten por una "mayoría progresista nueva". 

La CUP se quejó de que la nueva elección de titular en Exteriors no conlleve una nueva estrategia "en defensa de los derechos políticos". "Ha perdido una oportunidad para presentar una remodelación más profunda y urgente de su Govern", ha enfatizado el diputado Carles Riera y, acto seguido, ha vuelto a pedir el cese de Miquel Buch: "Rompa con los más reaccionarios", le ha pedido. Ahora bien, también le ha felicitado por el ayuno y por su decisión de "no colaborar con el Consejo de Ministros".