Nuevas revelaciones del sumario

Los terroristas del 17-A buscaron información para atentar contra "bases militares" en Aragón

La madre de dos miembros de la célula terrorista a su hijo encarcelado: "Todos han ido al paraíso"

Luto en la rambla de Barcelona

Luto en la rambla de Barcelona / JOAN PUIG

J. G. Albalat - J.J. Fernández - L. Rendueles - A. Vázquez

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Según nuevos datos del sumario de los atentados del 17A, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, los terroristas consultaron hasta 17 veces datos sobre "bases militares de Zaragoza y Barbastro (Huesca)" y hasta diez información sobre el museo del Ejército, situado en el Alcázar de Toledo. Las consultas forman parte de las que hizo el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, para mirar páginas de fabricación de explosivos y otras de posibles objetivos para sus atentados.

Los Mossos d'Esquadra recuperaron entre las ruinas del chalet de Alcanar un disco duro de Es Satty, cabecilla  de los atentados de Barcelona y Cambrils, en el que quedaron, además de esas búsquedas, también otras 52 sobre "atracciones imprescindibles en París". Los investigadores consideran probado que la célula terrorista quería atentar también contra la Torre Eiffel.

En el disco recuperado por los Mossos constan la gran cantidad de búsquedas sobre fabricación de explosivos y otros objetivos, desde el embalse de Riudecanyes hasta la Audiencia Nacional, pasando por la fiesta de La Tomatina de Bunyol (Valencia).

"Mártires"

La parte del sumario cuyo secreto acaba de levantarse permite conocer las investigaciones y escuchas posteriores a los atentados. Entre ellas, una conversación en la cárcel de Driss Oukabir –hermano mayor de Moussa, abatido en Cambrils, y en prisión provisional– con su madre, Fátima. Driss asegura que llora mucho cuando está solo y piensa en su hermano. "Era el único que tenía y me lo han quitado los bastardos", clama.

La madre le contesta que los mossos "no tenían derecho a matar a Moussa; era pequeño", y comenta a su hijo mayor: "Todo el mundo piensa que ha ido al paraíso. La gente me dice que todos han ido al paraíso".

La hermanastra de dos de los terroristas, Mohamed y Omar Hichamy, aparece igualmente  en las escuchas. La mujer, Fátima también de nombre, asegura a su madre que "el Profeta Muhamad... dijo que los mártires entrarán al paraíso sin ser juzgados por sus actos en esta vida. Van directos, sin saldar cuentas" y añade que "la fé llenó el corazón de los chicos" (se refiere a los terroristas) y que ellos "aplicaron la religión". Los Mossos concluyen que "tanto Fátima como su madre ven a los terroristas fallecidos como mártires que irán al paraíso sin ser juzgados por sus actos".

Conexiones internacionales

Las sospechas de que la célula contaba con conexiones internaciones está en las pesquisas. En un mensaje de Facebook, Moussa Oukabir le proporciona a su hermano Driss un teléfono francés, atribuido a un tal Mona Crex. Moussa pide a Driss que se ponga en contacto con él, pero no puede, porque había un número confundido.

Pocos días antes de los atentados, Moussa había vuelto de París y los investigadores intentaron desde un principio determinar por qué los terroristas habían estado allí y habían comprado dos tarjetas telefónicas de prepago en Francia.

A esa vía de investigación se unió la relativa a Bélgica, donde había residido el imán Abdelbaki Es Satty. Se investigó a Abdelkarim Aissi, que le pagó el viaje a España, y a Hajar Abrini, hermana de uno de los terroristas de Bruselas de marzo de 2016, que sale precipitadamente de Barcelona tras el atropello de La Rambla.

Concluido el grueso de la instrucción, no parece que esta línea de investigación avanzara mucho pero, como le dice la expareja de Driss Oukabir a su hermana tras las detenciones: “Lo del viaje a Marruecos y a Francia huele muy mal”.

Recelo

Después de los ataques, los familliares y amigos de los terroristas estaban convencidos de que los vigilaban. Y ciertamente era así, y no solo en España: la policía marroquí investigó al secretario de la mezquita de Ripoll, Hammou Minhaj, durante un viaje a Marruecos. Se lo contó el propio Minhaj a Fátima Oukabir, madre de Moussa y de Driss, según refiere Fátima a su hija Hafida en una conversación telefónica pinchada por los Mossos.

El  26 de octubre de 2017, dos meses y medio después de los atentados, las dos mujeres hablaban de los problemas para repatriar a Marruecos los cuerpos de los terroristas muertos, pues la mayoría de ellos habían quemado su documentación antes de atacar. Fátima le dijo a su hija que, el día anterior, Minhaj le contó que había viajado a Marruecos, sin especificar fecha, y que le siguieron "unas personas denominadas Lmkedemin", cuentan los Mossos en un informe. Se trata de informadores del Minsterio del Interior marroquí. Minhaj relata que incluso se colocaban a su lado en la mezquita, y que la policía de aquel país le interrogó varias veces.   

Minhaj es el directivo de la Comunidad Islámica Anour de Ripoll que contrató a Es Satty como imán. Los mossos le escucharon por su directa relación con los líderes de la célula. En la misma conversación, Fátima apunta a que la mezquita de Ripoll prestó dinero en secreto a las familias de los terroristas del 17-A para que pudieran enterrarlos en Marruecos. Fátima, según los mossos, "le explica a su hija que Hammou les ha pedido que no digan nada" sobre el asunto.