SONDEO PREELECTORAL

Encuesta CIS Andalucía: Díaz ganaría las elecciones y PP, Cs y Podemos se disputan la segunda plaza

cis andalucia 2018

cis andalucia 2018 / periodico

Julia Camacho

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El PSOE andaluz demostró ayer, vía CIS, por qué es la federación más poderosa del PSOE: 36 años en el poder y pese al hartazgo ciudadano las encuestas le siguen dando como fuerza ganadora, y en este caso a 18 puntos del resto de partidos, porque los andaluces no terminan de confiar en la alternativa de la derecha. Pese a que el 58,3% de los andaluces quisieran un cambio en la Junta de AndalucíaSusana Díaz volvería a ganar las elecciones con más del 37% de los votos, manteniendo además el número de escaños, pero quedaría a expensas de pactos para formar gobierno. El barómetro preelectoral del CIS arroja además una pelea por ser segunda fuerza política, con Adelante Andalucía (la coalición de Podemos e IU) levemente por delante en intención de votos de PP y Cs, en dura pugna y con un nuevo competidor, Vox, que se cuela con un diputado.

El sondeo preelectoral, realizado en la segunda quincena de octubre y con cerca de 4.900 llamadas telefónicas, se dio a conocer 48 horas antes del inicio de la campaña, y arrojó dos ideas claras. Por un lado, que los andaluces denotan ya el cansancio de 36 años de gobierno socialista, y ven peor a la región, de ahí que el PSOE se deje 8 puntos. Es más, consideran que la gestión de Susana Díaz al frente ha pasado casi en blanco, tal vez porque pasó gran parte de la legislatura preocupada por disputar el liderazgo del partido a Sánchez. Y, en segundo lugar, que pese a ese hastío, la propuesta de cambio de los conservadores sigue sin convencer a unos ciudadanos que se reconocen ideológicamente de centro izquierda o izquierda. En ese sentido, el CIS sostiene que los votos de la izquierda parecen adjudicados, y deja muy abierta la pelea en la derecha, con un nuevo competidor, Vox, que se suma a la pugna por el electorado conservador que iniciaron en 2015 PP y Cs. La formación de ultraderecha entra por vez primera en una cámara regional con un diputado. Resulta llamativo además que su mensaje racista haya calado especialmente en Almería, donde logra el escaño y la provincia con mayor porcentaje de inmigrantes, con no pocos episodios xenófobos.

La encuesta, que pronostica un 26% de abstención señala que el PSOE obtendría un 37,41% de los apoyos en cuanto a estimación de voto, y se mantendría entre los 45 y 47 diputados. Es decir, podría perder dos escaños respecto a 2015 pero quedaría como ganador de los comicios y a gran distancia de la segunda fuerza, Adelante Andalucía. La apuesta con la que Teresa Rodríguez ganó el pulso a Pablo Iglesias parece funcionar, y subirían hasta el 19,34% de los votos, aunque mantendría los mismos 20 escaños que Podemos e IU suman actualmente.

Por su parte, PP y Cs quedarían prácticamente empatados, por lo que es difícil determinar si habrá ‘sorpasso’ de los naranjas. El PP obtendría el 18,66% de los votos, entre 20 y 22 diputados, y Ciudadanos el 18,55%, y la misma horquilla de escaños (20-22), con lo que casi triplicaría los diputados actuales, nueve. Vox irrumpiría en la cámara andaluza con un 3,1% de los votos. Todos los líderes suspenden en valoración, aunque Susana Díaz es la mejor valorada con un 4,1. Le siguen Antonio Maíllo y Juan Marín con un 3,5; Teresa Rodríguez saca un 3,4 y Juanma Moreno Bonilla, un 3,1.

Con estos datos, el CIS apunta a un escenario similar al que se produjo en 2015, cuando Díaz resultó ganadora con los peores resultados del socialismo andaluz y tuvo que esperar 80 días para ser investida como presidenta. La suma de PP y Cs no alcanza, y Podemos insiste en que quiere un cambio, pero también que no dejará gobernar a la derecha, por lo que se plantea el dilema de quién será la fuerza que desbloquee la investidura en esta ocasión. Cs ya ha dicho por activa y pasiva que no hará presidenta a Díaz, quien quiere un “gobierno en minoría y de banda ancha”, es decir, con acuerdos puntuales con el resto de fuerzas, por lo que tendrá que trabajarse mucho una negociación con el resto de formaciones. En este caso, si se confirma su segunda plaza, Adelante Andalucía haría valer esos votos para, entre otros asuntos, posicionar a uno de sus diputados como presidente del Parlamento, algo que los otros partidos también defienden.

Tras las polémicas por anteriores sondeos desde que el socialista José Félix Tezanos asumiera el control de la institución, el CIS recupera de nuevo la 'cocina política' y ofrece la estimación de votos, situando en un empate técnico a Adelante Andalucía, PP y Cs. Sin embargo, pese a que se retoma la fórmula tradicional, el PSOE vuelve a salir vencedor y por muchos puntos frente al PP, del que se augura un descalabro y uno de sus peores resultados en la región. Por eso la oposición salió en tromba a cuestionar el sistema y su credibilidad. “No esperábamos menos”, ironizó la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, mientras que el diputado nacional y exalcalde de Córdoba, Rafael Merino, tildaba el sondeo de “broma”, apelando a que “alguien asuma responsabilidades políticas en el Gobierno y el CIS” cuando el día 2 de diciembre haya “disparidad enorme en el resultado”. En la misma línea, desde Cs directamente no daban credibilidad “al sondeo de Tezanos y (el presidente Pedro) Sánchez, que deberían hacerlos con su dinero y no con el de todos los españoles”, dijo Ignacio Prendes. Su líder andaluz, Juan Marín, optó por el optimismo: “Incluso en el CIS de Susana Díaz, Ciudadanos duplica su intención de voto y está camino de triplicar sus escaños”.