LOS AUDIOS DE LAS DECLARACIONES JUDICIALES

Así relataron los terroristas cómo se preparó el atentado de la Rambla

El superviviente de Alcanar explica al magistrado que creyó que el atentado contra la Sagrada Familia eran "habladurías"

Á. Vázquez / R. Pascual / J. Regué / J. G. Albalat

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El único superviviente de la explosión de Alcanar (Montsià), Mohamed Houli Chemlal, ha comparecido tres veces ante el magistrado. Entre la primera y la segunda vez no había transcurrido ni un mes, pero el terrorista parece otra persona. Si en su primera declaración sus respuestas no suelen superar las cuatro palabras, a través de las que confiesa la intención de la célula de atentar contra monumentos e iglesias, como la Sagrada Familia, que es la única que dice conocer en Barcelona, en la segunda se le ve más suelto y dispuesto a colaborar.

Si en la primera declaración asegura que "siguió a sus amigos" cuando le propusieron preparar explosivos para atentar "por la noche" para no causar víctimas, en su segunda comparecencia ante el juez, celebrada el 15 de septiembre, Houli se encuentra más relajado y le pregunta directamente qué gana él si colabora. Tras escuchar que será tenido en cuenta por la fiscalía, explica que les "juntaron" en un banco de Ripoll, la localidad en la que residían todos los terroristas, y les dijeron "concretamente que lo que querían hacer era derrumbar la Sagrada Familia". "Pensamos que eran habladurías, ¿quién la va a poder derrumbar? Y menos unos chicos normales”, explicó.

Víctima de "brujería"

Ese día es cuando relata que después de comer no sabe si le drogaron o "le hicieron algún tipo de brujería", explicación que también dio a que sus amigos estuvieran dispuestos a cometer atentados. Destacó que le "notaron miedo", que se "quería echar para atrás" y "cambiaron totalmente" con él, por lo que no le hablaban. Así justifica que le falten datos sobre otros autores o hechos que relata como que el imán Abdelbaki Es Satti conocía a otro grupo que tenía un grupo como el suyo que "bajarán de Francia y pasarán por Andorra a comprar las armas y atentarán en Lloret de Mar" contra el Ayuntamiento y la Policía.

Para distanciarse de los terroristas, Houli también se refiere al cinturón de explosivos, motivo por el que dice que empieza a dudar y que no sabía a quién acudir, porque no conocía ninguna comisaría donde denunciar el "sitio sin salida" en el que se había metido y estar sus padres en Marruecos y no poder acudir a ellos.

"Me la han jugado"

Por su parte, Driss Oukabir, también en prisión por organización terrorista, asesinatos y lesiones terroristas, sostuvo ante el juez que se la "habían jugado", porque fue quien alquiló la furgoneta que Youness Abouyaaqoub utilizó para atropellar a todo el que se puso en su camino en La Rambla. Insistió en que lo hizo para una mudanza, de la que no supo concretar dirección ni quién iba a alojarse en esa casa, y no convenció al magistrado. Ni siquiera cuando explicó que si suicidarse, escaparse o esconderse y optó por entregarse.

Oukbabir insistió en que su hermano Moussa, abatido por los Mossos en Cambrils, solo tenía 17 años y no podía haber cometido los atentados, por lo que atribuyó a Es Satty, que "comía a los chavales la cabeza". También dijo ignorar por qué había ido su hermano a Francia ese verano e, incluso, la localidad en la que había estado aunque acabó mencionando París.

El propietario del locutorio de Ripoll, Said El Karib, justificó que pagó con su tarjeta los billetes de avión a Marruecos el 12 y 13 de agosto de Driss Oukabir, porque solía hacerlo con clientes que no disponían de una propia a cambio de una comisión de cinco euros. Lo hizo a petición de su hermano Moussa, que fue al establecimiento acompañado de su madre.