Los CDR exigen "desobediencia o dimisión" ante las sedes de ERC y PDECat

"Desobediencia o dimisión". Con este grito los CDR han tomado de nuevo las calles de Barcelona para para exigir que se aplique el mandato del 1-O y del 21-D. El principal objetivo de su indignación ha sido ERC, a la que acusaron de querer volver al autonomismo. El día en el que se cumplían nueve meses de la entrada en prisión de Oriol Junqueras, los CDR se han plantado ante la puerta principal de la sede de los republicanos y han realizado varias pintadas en las paredes. 

Un dirigente del partido ha salido de la sede para hablar con ellos y, después de que acudiera también una patrulla de los Mossos, la cuarantena de manifestantes han acabado marchándose. La formación republicana ha hecho un comunicado de condena. "Son hechos que rechazamos de pleno, que no suman, y que hacen cada día más pequeño nuestro movimiento. Respetamos todas las posiciones políticas pero no compartimos según qué formas de manifestarlo y menos contra trabajadores". En este sentido ERC recuerda que son un "partido que hasta hace poco luchaba solo para alcanzar el objetivo de la República catalana y que no acepta lecciones en este sentido" recordando, por ejemplo, que Junqueras está en la cárcel precisamente por desobedecer.

"Compañeros y compañeras en la cárcel y en el exilio (y con posibles sentencias de años y años) y nos asaltan la sede en nombre de la independencia todo acusándonos de alevosía. No cejaremos, seguiremos adelante, y no vamos a caer en ninguna provocación. ¡Venga de donde venga!", ha denunciado Joan Tardà en su Twitter.

Por la tarde, unas cuatrocientas personas  se han unido en una manifestación que ha empezado al lado de la sede de la CUP, al grito de "derrocad al Govern". Allí, en lugar de pintadas en la pared, han colgado un par de pancartas menos beligerantes, una de ellas con el lema "no os durmáis". La sintonía entre los CDR y la CUP era total como ha demostrado Laia Estrada, concejala cupaire en Tarragona, al señalar que "comprendían y compartían" su malestar. "Hemos recibido el mensaje de tarjeta roja al autonomismo", ha sentenciado, coincidiendo con los CDR en denunciar la "pantomima" de la comisión bilateral.

La CUP y Carles Puigdemont han sido los únicos referentes políticos independentistas que se han salvado de la quema en una marcha en la que a los lemas habituales se han escuchado otros como "ERC y PDECat, la paciencia se ha terminado". En previsión ante lo ocurrido por la mañana en la sede de ERC, los Mossos han acordonado la de los posconvergentes. Al no poder pintarla ni colocar en ellas pancartas, los manifestantes han lanzado sus clamas mientras varios exhibían carteles de Puidemont, president y otros quemaban fotos de Pablo Llarena y la Familia Real. "Nuestra visita ha sido un aviso. Cumplid con el mandato que os encomendamos. Nosotros no hacemos vacaciones", han advertido en la cuenta oficial de los CDR al desconvocar la concentración.