JUICIO EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

Los acusados del escrache a Montoro denuncian que intentaron atropellarles

J. G. Albalat / Barcelona

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Los acusados de participar en un escrache el 21 de mayo del 2014 en Vilanova i la Geltrú al entonces ministro de Economía, Cristóbal Montoro, y la senadora del PP, Alicia Sánchez Camacho, han culpado este lunes a los Mossos d'Esquadra de no tomar las medidas necesarias para evitar que el vehículo donde viajaba los dirigentes conservadores se abalanzara sobre ellos. “Me tuve que apartar para que no me atropellara”, ha asegurado uno de los seis imputados en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia de Barcelona contra ellos. Todos ellos han negado que golpearan al coche de los dirigentes populares.

La fiscalía solicita para uno de los acusados  8 años de prisión por los delitos de desordenes públicos y dos de atentado a la autoridad y para otros cinco, cuatro años de cárcel por los mismos delitos. En el banquillo se han sentado otras tres personas a las que solo les implica en los altercados la acusación particular que representa a un policía local herido. La justicia juvenil condenó en su día a un menor por estos mismos acontecimientos.

Los sucesos ocurrieron en Vilanova tras un acto de campaña del PP con motivo de las elecciones europeas y en que intervinieron Montoro y Sánchez Camacho, entre otros cargos y militantes de ese partido. La fiscalía sostiene que los acusados formaban parte de un “grupo organizado” de unas 50 personas que tenían como objeto frustrar la celebración del mitin y “amedrentar” a los que participaban “como acto de protesta contra las políticas impulsadas por el Gobierno” del PP. Antes y durante el acto, los manifestantes profirieron insultos, como “estafadores, fascistas” o “asesinos terroristas”. Los vehículos de los dirigentes fueron recibidos con lanzamientos de objetos. Después, los manifestantes, "ejecutando un plan preconcebido", movieron unas macetas de la calle para obligar a los coches de las autoridades a salir por un solo sitio. 

Insultos y lanzamiento de botellas

Una vez acabado el acto, un grupo de 50 personas impidieron durante unos 10 minutos la salida del vehículo donde viajaba Montoro y Sánchez Camacho, profiriendo de nuevo insultos. “A pesar del cordón policial”, según la acusación pública, los manifestantes golpearon el coche y forcejearon con los agentes para acercarse al mismo. También le tiraron botellas y piedras, “alterando la paz pública” y causando “un riesgo” pagar los ocupantes del turismo.

Los acusados han asegurado este lunes en el juicio que la concentración era pacífica y que fue convocada para protestar por las medidas “antisociales” del PP. Todos ellos se han mostrado en contra del uso de la violencia y han negado rotundamente que lanzaran insultos o golpear el coche o a los agentes. El imputado al que se le reclama ocho años de cárcel se le atribuye haber arremetido contra el vehículo y dar con un palo en el estómago a un mosso, cuestión que ha negado.

Los investigados han puesto de manifiesto la falta de efectivos policiales y que el coche donde viajaba el ministro salió por una calle peatonal, abalanzándose contra ellos, con el riesgo que ello supuso. "No había cordón policial definido", han incidido. Las imágenes serán clave para poder discernir si los acusados participaron o no en los incidentes.  "El coche se tiró contra los manifestantes", han explicado los imputados que, a la vez, han desmentido que estuvieran organizados.