entrevistado en Berlín

Puigdemont cree que su futuro pasa por "décadas en la cárcel" o "años de exilio"

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont posa para los fotógrafos tras un encuentro con periodistas extranjeros, en Berlín.

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont posa para los fotógrafos tras un encuentro con periodistas extranjeros, en Berlín.

Roger Pascual

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"Décadas en la cárcel" o "años en el exilio". Este es el futuro que divisa Carles Puigdemont. El 'expresident' de la Generalitat, en libertad bajo fianza en Alemania, lo ha reconocido en una entrevista publicada este sábado en la revista británica 'The Times Magazine'.

"La opción más realista es no tener un plan para el futuro. En el peor caso, seré extraditado a España. Eso significa que mi futuro estará claro: décadas en la cárcel. Si no, probablemente pasaré muchos años en el exilio", ha relatado al suplemento del diario 'The Times'.

Puigdemont recalca en la entrevista que puede moverse dentro de Alemania siempre que avise con antelación a las autoridades judiciales y que cada martes debe presentarse en una comisaría de Berlín. "No soy un fugitivo. No estoy viviendo una vida clandestina. Soy un presidente. Tengo que reunirme con gente, actuar, no vivir en la oscuridad", afirma. Aunque indica que no quiere "hacer ninguna concesión a la tristeza", reconoce que le duele tener que estar lejos de sus hijas Magalí y Maria, sus hijas de 8 y 10 años. "No poder besar a mis hijas cada noche, explicarles cuentos... Es imposible acostumbrarse a esta situación. Están asustadas. Lo puedo ver en sus ojos".

Choque JxCat-PDECat

El 'expresident' debe decidir antes del jueves si permite la formación de un Ejecutivo. Este mismo sábado Oriol Junqueras insistía en la necesidad imperiosa de poner fin al 155. "Ningún buen republicano entregaría sus herramientas de gobierno a los enemigos de la República", tuiteó. 

Junts per Catalunya descarta forzar a la Mesa a desobedecer para investir a su líder, por lo que Puigdemont tendrá que decidir durante este puente entre elecciones o activar el plan D para el Govern. Un asunto peliagudo y en el que han vuelto a aflorar las tensiones entre la dirección del PDECat y los afines al 'expresident', capitaneados por una Elsa Artadi que se dio de baja del PDECat antes del 21-D y cuyo nombre sigue en todas las quinielas a la presidencia. La chispa la ha hecho saltar esta vez Maria Senserrich. En una entrevista a la ACN, la portavoz del PDeCAT ha reivindicado el papel de su partido en la elección del nuevo (o nueva) presidenciable. "Los 34 diputados de Junts per Catalunya tienen que estar de acuerdo, vale lo mismo el voto del número seis que el que iba de 20 -en la lista-, se tienen que escuchar todas las voces sin discriminar a nadie".

Marta Madrenas, alcaldesa de Girona y diputada de JxCat, ha sido de las primeras en reprender a Senserich. "Si debe haber un candidato debe ser Puidemont o lo que diga Puigdemont. Y naturalmente tendrá todo el apoyo de todo el grupo parlamentario de Junts per Catalunya. Salvo, claro, que se quiera ir a elecciones...". Rápidamente la han secundado otros parlamentarios como Gemma Geis y Isabel Ferrer o el vicepresidente primero de la Mesa, Josep Costa. Uno de los más beligerantes ha sido Miquel Buch, expresidente de la Associació Catalana de Municipis (ACM) y exalcalde de Premià de Mar. "Pues yo NO me siento representado por la dirección de un partido que la misma semana que exige un Govern al 'president' la amenace con quien debe ser el candidato".

La dirección del PDECat ha tenido que salir a apagar el fuego y cortar la polémica de raíz. "Todo el mundo que conoce la dirección del PDeCAT sabe que ni amenaza ni impone. Somos más de escuchar mucho y consensuar”, ha tuiteado David Bonvehí, coordinador general del PDeCAT, mientras que Neus Munté, presidenta del partido, ha sentenciado que "[Puigdemont] tiene toda mi confianza y apoyo en sus decisiones. No nos agobiemos, confiemos en él".