ESCÁNDALO EN EL PP DE MADRID

El PSOE presiona a Cs y alimenta la moción contra Cifuentes

Pedro Sánchez, en una rueda de prensa, el 2 de marzo.

Pedro Sánchez, en una rueda de prensa, el 2 de marzo. / periodico

Iolanda Mármol

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Ningún grupo político sueña con presentar una moción de censura contra Cristina Cifuentes por las presuntas irregularidades del máster de administración autonómica que obtuvo en la Universidad Rey Juan Carlos, pero ese escenario parece cada vez más verosímil. El PP fantasea cada día menos con pasar página. La oposición juega con la idea de que la presidenta de la Comunidad de Madrid dimita y la suceda un heredero gris.

Atrás quedan los análisis que entendían que la mejor opción a medio plazo era que se mantuviese en el cargo, erosionada, para poder ganar a los populares por goleada las elecciones del 2019 y arrebatarle al PP el feudo que atesora tras haber perdido hace tres años el Ayuntamiento de la capital.

Ahora, tras dos semanas de polémica, a menos de dos días de que Cifuentes tenga que comparecer en la Asamblea de Madrid a dar explicaciones, nadie en la oposición apuesta porque sea capaz de sostenerse y los partidos preparan el terreno para una eventual moción de censura que no les entusiasma, pero que tampoco pueden descartar. Una moción de censura dirigida contra la dirigente popular pero que refleja, también, la pugna entre PSOE, Ciudadanos y Podemos ante la batalla del 2019, que definirá en buena medida si las fuerzas conservadoras cierran -por largo tiempo- la ventana de oportunidad del cambio. O viceversa.

Contundencia

El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, alimentó este lunes el escenario de la moción. Con cautelas, sin querer adelantar acontecimientos antes de escuchar su comparecencia del miércoles, avisó a Cifuentes de que o bien sus explicaciones esclarecen las presuntas irregularidades en el máster o bien su partido se verá obligado a tomar decisiones “contundentes”. Fuentes socialistas admiten que ven difícil que Cifuentes vaya a aportar en esa sesión  un relato verosímil que despeje toda duda y sitúan en este término, el de la contundencia, solamente dos opciones: su dimisión -forzada por el PP o voluntaria- o una moción de censura para la que necesita indefectiblemente el apoyo de Ciudadanos.

Los de Albert Rivera sostuvieron la investidura de la presidenta el 2015 y, aunque cada vez con más tensiones, siguen siendo un aliado imprescindible.

En este equilibrio precario, aunque el PSOE acabase presentando una moción y asumiendo el riesgo de defenderla, la presión se situaría directamente sobre el partido naranja como socio de Cifuentes. Tanto la dirección socialista como la podemista han comenzado a hurgar en esa tensión y seguirán haciéndolo hasta que Ciudadanos se posicione o Cifuentes dimita.

Murcia como ejemplo

El portavoz de Cs en la Asamblea, Ignacio Aguado, ha defendido hasta el momento que, si escuchadas sus explicaciones no aporta pruebas, no tendrá inconveniente en dar alas a una moción. Sin embargo, al mismo tiempo, pone como ejemplo de la determinación de Ciudadanos su línea en Murcia: allí, el presidente popular Pedro Antonio Sánchez acabó dimitiendo tras ser imputado en el ‘caso Auditorio’ la primavera pasada y Cs se abstuvo en segunda votación para permitir al PP mantener el Gobierno regional con un nuevo rostro, Fernando López Miras.

El PSOE se ha mostrado dispuesto públicamente desde el minuto uno a encabezar la moción de censura si Cifuentes no es capaz de confirmar que los hechos -desvelados por eldiario.es- son falsos. Su portavoz, Ángel Gabilondo, ha venido insistiendo en ello desde que estalló el escándalo. Sin embargo, a nadie se le escapan las implicaciones que tienen para los socialistas presionar a Ciudadanos.

Aunque desde la dirección madrileña en Ferraz aseguran que no existe trasvase de votos del PSOE a Ciudadanos, casi todas las encuestas publicadas anuncian esa fuga, con mayor o menor intensidad. Los socialistas afirman tener estudios propios, cualitativos y cuantitativos, que confirman que sus votantes no pasan a las filas de Cs.