PUIGDEMONT, DETENIDO

Puigdemont puede ser entregado a España en un plazo de 60 días

Carles Puigdemont

Carles Puigdemont / BLANCA BLAY

Ángeles Vázquez

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El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha sido detenido en uno de los países que más castigan los intentos de separar una parte de un Estado. El equivalente alemán a la rebelión española, la alta traición contra la Federación, se castiga con pena privativa de libertad de por vida o no inferior a 10 años. De ahí que se prevea que esta vez no haya problemas con la euroorden cursada y que el 'expresident' pueda estar en España en un plazo que oscila entre los 10 días, si accede voluntariamente a la entrega, y 60 días, si se opone. Solo en casos excepcionales puede prorrogarse 30 días más. 

La euroorden se estableció en el 2004, partiendo de la confianza mutua entre los países de la Unión, para proceder a la entrega de las personas reclamadas con agilidad, sin los trámites de una extradición. Pero con ciertos países, como Bélgica, ciertos requerimientos han tenido una complicada tramitación y parecía que ese iba a ser el caso de Puigdemont, aunque habrá tiempo de comprobarlo con Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig, que siguen en ese país.

Nada más confirmarse el arresto del líder del 'procés', la fiscalía española anunciaba que ya realiza "intensas gestiones" con el ministerio fiscal de Alemania y Eurojust con la finalidad de poner a su disposición toda la documentación que se precise para hacer efectiva la euroorden contra él.

Los fiscales tenían ganas de actuar contra el 'expresident'. En enero, cuando viajó a Copenhague, solicitaron al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que reactivara las euroórdenes que había anulado al asumir el caso. Y la semana pasada instó la limitación de los pasaportes de los huidos para evitar que siguieran viajando impunemente por Europa. 

Sin embargo, el juez Llarena tenía sus propios tiempos y tenía muy claro que no reactivaría las euroórdenes hasta dictar el auto de procesamiento. De esta forma, la solicitud estaría fundada ya en un auto de procesamiento que cuenta "con la firmeza que deriva de una instrucción culminada en lo esencial".

Sin arraigo, prisión

La resolución, en la que se procesa en rebeldía a Puigdemont por rebelión y malversación, le sorprendió en Finlandia, lejos de Bélgica, donde había fijado su residencia el mismo día que la fiscalía se querellaba contra él. 

En Alemania, donde ya ha ingresado en prisión, no tiene ningún arraigo. En situaciones similares en España esa sola circunstancia ha supuesto que se envíe a la cárcel al reclamado, mientras se tramita la euroorden, para evitar su huida. 

"Nadie está por encima de la ley"

Los partidos nacionales se felicitaron por el arresto. El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, dijo que "uno no puede ser fugado eternamente", porque, aunque se crea "impune y pueda pasearse por Europa sin más, tiene que saber" que los socios europeos de España "cumplen las resoluciones judiciales". Desde el PSOE, su secretario general, Pedro Sánchez, destacó que "nadie está por encima de la ley" y que "vivimos en un Estado social y democrático de derecho en España y en Europa".

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, comentó en Twitter: "Se acabó la fuga del golpista Puigdemont. Intentar destruir una democracia europea, saltarse las leyes democráticas, romper la convivencia o malversar dinero público para ello no puede gozar de impunidad, la Justicia hace su trabajo".

Solo discrepó el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. "Pensamos que la detención y el encarcelamiento no ayuda a que la relación entre Catalunya y España mejore, porque Catalunya requiere una respuesta política y un diálogo", dijo.