LOS AUDIOS DE LAS DECLARACIONES COMO TESTIGOS DE LOS 'EXCONSELLERS'

Jordi Baiget, en el Supremo: "Me parecía una irresponsabilidad impulsar un referéndum unilateral"

Ángeles Vázquez / Luis Rendueles / Juan José Fernández

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El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena quiso conocer de boca de los 'consellers' que en julio del 2017 dejaron de serlo cuánto se sabía en esas fechas de los planes del entonces 'president' Carles Puigdemont cara al 1-O y a la declaración unilateral de independencia (DUI). Se ampararon en motivos personales, con la clara intención de incriminar lo menos posible a sus excompañeros, pero del contenido de sus declaraciones, a cuya literalidad ha tenido acceso El PERIÓDICO, se desprende su disconformidad con un referéndum no pactado con el Gobierno central y el temor a que les supusiera consecuencias penales.

El que fuera conseller de Empresa hasta el pasado julio, Jordi Baiget, aseveró en su declaración ante el juez Llarena del pasado enero que le parecía "una irresponsabilidad impulsar un referéndum de una manera unilateral" y que por eso defendió otras posibilidades como una consulta popular o unas elecciones. En su declaración narró que Puigdemont le cesó por "falta de confianza" en él tras explicar el pasado julio en una entrevista en el diario El Punt-Avui sus dudas sobre la consulta del 1-O.

Baiget, citado como testigo, insistió en que siempre se había buscado una solución pactada entre el Govern y el español, aunque admitió que había tenido en cualquier caso "miedo a posibles repercusiones". "Habíamos visto lo que había pasado con el 9-N, tras el 9-N y después del 9-N, aparecen unas condenas por desobediencia, después viene todo el proceso del Tribunal de Cuentas… Esto me podía afectar personalmente y yo hice estas declaraciones de advertencia". "Yo no quería apostar por una solución unilateral por las consecuencias que podía acarrearme", insistió.

El 'exconseller' rechazó en el alto tribunal que el procés estuviera siguiendo con él en ejercicio un camino de ilegalidad, añadiendo que desconocía si había negociaciones entonces con el Gobierno central ni quién participaba en ellas. En cuanto al acto del 9 de junio en el pati dels Tarongers en el que se anunció la fecha del referéndum y la pregunta que se haría, Baiget recordó que estuvo presente todo el Gobierno y que se trató de una "declaración política". "Fue solo un enunciado, no había ninguna decisión adoptada ese día que hiciera suponer que se celebraría el referéndum", apostilló.

Cargas policiales y fuga de empresas

Baiget negó haber leído la hoja de ruta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) hoja de rutay el documento Enfocats. Y especificó con cierta tensión, a preguntas del abogado de VOX (que ejerce de acusación popular), que había ido a votar el 1 de octubre sabiendo que era ilegal "como dos millones y medio de personas". Explicó asimismo qué le llevó a acudir a las urnas la tarde del 1 de octubre: "Fui después de haber visto lo que vi", dijo, en alusión a las cargas policiales.

Aseguró ante el juez que, mientras formó parte del Govern, "no había una preocupación exagerada" por parte de las empresas ante el contexto político y apuntó que en su opinión fue el Decreto Ley del Ejecutivo central el que facilitó el cambio de domicilio de muchas de ellas. Durante su etapa como conseller,  según relató, no preguntaba a los empresarios si estaban a favor o en contra del soberanismo, sino si invertían en Catalunya o si iba bien su negocio.

Tras su salida de la Generalitat, aclaró,  no ha vuelto a tener contacto personal ni telefónico ni por whatsapp con Puigdemont. Y señaló que en el Gobierno catalán había "poco debate" sobre el rumbo del procés porque las veces que lo hubo surgieron filtraciones a la prensa.

La 'exconsellera', algo más que "exhausta"

Por su parte, la exconsellera de Presidència Neus Munté, que presentó su dimisión el 14 de julio alegando razones personales, fue también muy explícita ante el juez. Su declaración en calidad de testigo deja claro que detrás de su marcha había algo más que la constatación de que estaba "exhausta".

"El escenario que yo contemplaba de una posible desobediencia no lo compartía y no lo quería", llegó a confesar Munté ante el juez Llarena, evidenciando que no estaba de acuerdo con una consulta unilateral de independencia y que temía posibles consecuencias penales. 

"Había recibido cinco providencias del Tribunal Constitucional, cinco, y era muy consciente de lo que ello significaba (…) La consulta del 9 de noviembre del 2014 se saldó con una desobediencia y, por lo tanto, unas penas de inhabilitación y de multa. Ese escenario era el único que podía contemplar, y yo no lo quería para mí, ni quería pasar por eso", admitió.

Confiaba en el acuerdo con el Estado

A preguntas del fiscal, Munté insistió en varias ocasiones en que ella siempre trabajó en una previsión de referéndum "acordado con el Estado". De hecho, explicó, "el anuncio de la fecha se produce en un contexto en el que el propio president había afirmado que hasta el último minuto de la prórroga había la total disponibilidad para llegar a un acuerdo". "Por lo cual, yo, la unilateralidad, no la contemplaba en absoluto", enfatizó.

La exconsellera opinó ante el juez que la convocatoria del 1-O no fue lo que esperaba, y que ella no le dio validez como consulta, aunque acudió a votar con su familia: "Participé en la votación del 1 de octubre, que no fue evidentemente un referéndum, de la misma forma que en la consulta del 9 de noviembre", valoró.

Declaraciones del pasado

Vox preguntó a Munté por algunas declaraciones polémicas que hizo en 'El Suplement' de Catalunya Ràdio el pasado 10 de septiembre, calificando de "lamentables y vergonzosas" las actuaciones de la Guardia Civil. "De algunas declaraciones, vistas con el paso del tiempo, cuando las escucho o las leo, pues no me siento muy satisfecha. Tengo un gran respeto por los cuerpos y fuerzas de la Seguridad del Estado", concluyó.