Año nuevo, nuevos indultados

El BOE recoge este lunes los últimos indultos concedidos del año. Se trata de un total de 12 extinciones de responsabilidad penal que fueron aprobadas el pasado 30 de diciembre por el Consejo de Ministros. El Gobierno cierra así el 2016 con un total de 27 indultos a delincuentes condenados, lo que supone la cifra más baja de lo que llevamos de siglo, que contrasta con los 245 otorgados en el 2011 o los 543 del año 2007, según recoge la web El BOE nuestro de cada día. 

Los indultados en esta ocasión son Gabriel Baños Paisano, condenado por delitos contra el medio ambiente; Ismael Carril Jiménez y Silvio José Ceballos del Fresno por delitos contra la salud pública; Jordi Farrés Rudilla y Jesús Fernández Losada por lesiones; Manuel García Sánchez y Luis Miguel Ramos Llorente por falsedad en documento oficial (el primero, funcionario público); Juan Ángel Luengo Cantero, Manuel Ángel Luengo Márquez y Isabel Márquez Molano por insolvencia punible; José Manuel Magdaleno Hernández, un promotor inmobiliario condenado por estafa, y Joaquín Vilarrasa Pujol por delito societario de administración desleal.

En la pasada ronda de indultos, que se sucedió con el Gobierno en funciones, este daba una justificación que podían llevar a tal decisión: informes favorables del centro penitenciario, avanzado cumplimiento de la condena o carencia de antecedentes penales. En estos casos, al menos, se propiciaba alguna información que podía aducir el indulto. Ahora, sin embargo, se ha recuperado intacta la coletilla: “atendiendo a las circunstancias del condenado y de acuerdo a la información que obra en el citado expediente, concurren razones de justicia y equidad”.

PROHIBIR LOS INDULTOS POR CORRUPCIÓN

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, propuso en diciembre "articular por ley la prohibición de indultos a condenados por corrupciónprohibición corrupción" para que "esa decisión no dependa nunca de ningún gobierno". Esta medida ya fue planteada en mayo del 2015 por el PSOE y decayó por la mayoría absoluta con la que entonces gobernaba el PP, que la consideró “oportunista”.