EL 'CASO FERNÁNDEZGATE'

El Supremo archiva la querella contra Fernández Díaz y De Alfonso

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ÁNGELES VÁZQUEZ / MADRID

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Como ocurrió en julio con la presentada por ERC, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha rechazado la querella presentada por CDC, actual PDECat, y el exalcalde de Barcelona Xavier Trias, contra el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el exdirector de la Oficina Antifrau Daniel de Alfonso por violación de secretos, prevaricación y malversación en el conocido como 'Fernandezgate'. El alto tribunal no aprecia que exista ninguno de esos delitos en las conversaciones entre ambos grabadas en el despacho del primero en las que mostraban un especial interés por investigar casos que afectaran a partidos nacionalistas catalanes. 

La querella denunciaba que Daniel de Alfonso habría entregado a Fernández Díaz un expediente sobre los nombramientos que Francesc Homs habría realizado de dos familiares del exconsejero de Interior catalán Felip Puip y que ambos habrían entregado a 'El Mundo' documentación relativa a una cuenta en el extranjero atribuida a Xavier Trías.

Los magistrados, tras recordar su doctrina contraria a admitir querellas por hechos basados en l, sostienen que "dado el carácter subrepticio" de la obtención de las entrevistas "no es posible determinar si han sido editadas, alteradas o manipuladas, de manera que tampoco se puede saber si la grabación corresponde al contenido íntegro o se ha suprimido algún apartado". 

COLABORACIÓN ENTRE INSTITUCIONES

Recuerdan que para que haya un delito de revelación de secretos deben difundirse datos conocidos por razón del cargo y no consideran que “se haya revelado información de la que el querellado dispusiera" por ello y que, "como tal no deba ser conocida”, en lo dicho entre el ministro y el director de Antifrau. Lo enmarca en la colaboración entre instituciones y “no advierte en qué medida podría dañar a la causa pública o a terceros".

La Sala descarta también el delito de conspiración para delinquir, que no estaba en vigor cuando se cometieron los hechos imputados, en octubre de 2014, aunque admite que "de las conversaciones (en las que se hace alusiones a periodistas y a la oportunidad o no de publicar ciertas informaciones y sus efectos) pudiera inferirse indiciariamente que Fernández y De Alfonso se conciertan para la filtración a la prensa de una información confidencial que conocen por razón de sus cargos". 

El Supremo deja la puerta abierta a cambiar de criterio si aparecen nuevos indicios en la querella interpuesta por Trias contra 'El Mundo'. El exalcalde calificó de “vergüenza” que el exministro siga como diputado y presida una comisión del Congreso. "Todo el mundo le ha escuchado y lo que dice confirma su falta de honestidad y su voluntad de hacer daño”, destacó, informa Toni Sust.

SIN SOLIDEZ

Pero mientras la querella de Trias avanza en los Juzgados de Plaza de Castilla, el Supremo considera que la rechazada aporta juicios de valor o interpretaciones subjetivas, "carentes de la solidez mínima necesaria para abrir un procedimiento penal por un delito de revelación de secretos" y sostiene que la filtración no tiene por qué tener su origen en el ministro, ya que era información que tenía más gente en su poder.

Los magistrados destacan la clara diferencia existente entre la valoración que puede merecer en la opinión de quien escucha el contenido de esas conversaciones privadas, por discutibles que en el terreno de la crítica estrictamente pudieran aparecer, incluidas algunas alusiones poco gratas para terceras personas relacionadas con el desarrollo de las investigaciones y la comisión de verdaderos delitos, tipificados como tales en nuestra legislación.

La Sala puntualiza que el archivo de la querella no va a impedir una nueva valoración de los hechos, si aparecen nuevos los indicios como consecuencia de las diligencias practicadas en el proceso penal incoado a raíz de la querella presentada por Xavier Trías contra los periodistas que publicaron la información sobre la cuenta en El Mundo por los delitos de revelación de secretos y calumnias.