DE VUELTA A LAS URNAS

Sánchez da por hecho que no logrará el apoyo de Podemos y apela al voto útil

Pedro Sánchez,  este lunes, durante la conferencia impartida en Madrid.

Pedro Sánchez, este lunes, durante la conferencia impartida en Madrid. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Pedro Sánchez asegura confiar en ser presidente del Gobierno tras las elecciones del 26 de junio. Pero no gracias al apoyo de Unidos Podemos, la coalición del partido morado e IU, a la que las últimas encuestas publicadas colocan en segundo lugar, tras el PP y por delante del PSOE. En una conferencia celebrada en Madrid, el candidato socialista, que también participó en un mitin en Granada junto a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, dio por hecho que Pablo Iglesias no lograría el vaticinado ‘sorpasso’ y que, como después de los comicios celebrados en diciembre, no utilizaría sus escaños para desalojar a Mariano Rajoy y permitir la vuelta del PSOE a la Moncloa.

“Si el PSOE no gana las elecciones no habrá cambio. Si dependo de los votos de Iglesias, estoy convencido de que nunca apostará por un presidente socialista. El problema de Iglesias nunca fue el acuerdo, sino votar a favor de un presidente socialista. Si dependo de Iglesias, no seré presidente del Gobierno”, auguró Sánchez.

Fue una nueva llamada al voto útil, como en la anterior cita con las urnas, donde los socialistas, con 90 diputados, perforaron su suelo electoral. El mensaje pretende concentrar en torno al PSOE gran parte del apoyo de quienes buscan que Rajoy no salga reelegido. La dirección socialista considera que muchos de quienes votaron a Iglesias en diciembre lo hicieron para que este impidiera la continuidad del PP, cosa que no hizo al rechazar sumarse al pacto que Sánchez firmó con Ciudadanos. “La mayoría son antiguos votantes nuestros, que se arrepienten de haber apoyado a Iglesias. Necesitamos recuperarlos”, señalan en el entorno del secretario general, que durante su discurso anunció también que si esta vez alcanza el Ejecutivo concederá bonificaciones a las empresas que contraten a parados de larga duración, un colectivo que engloba ya a 2,7 millones de personas, 640.000 más que cuando Rajoy llegó a la Moncloa.

EL RECURSO ELECTORAL

Pero la presunta desconfianza de Sánchez sobre la decisión que acabará tomando el secretario general de Podemos es, sobre todo, un recurso electoral. Las esperanzas del PSOE se centran en que, esta vez sí, la suma con Podemos sirva para desalojar al PP del Ejecutivo sin necesitar a ERC y CDC, partidos cuya colaboración rechaza el líder socialista debido a su independentismo.

Solo en el caso de que llegue a la Moncloa tendrá asegurado Sánchez su permanencia como secretario general. Casi todos los dirigentes del PSOE dan por hecho que Díaz intentará tomar el timón del partido si el desenlace es otro. Pero todo eso será después del 26-J, y ahora ambos se vuelcan en escenificar unidad en estos 35 días que quedan hasta las generales. Andalucía sigue siendo el gran pulmón de votos de los socialistas. El candidato estuvo en Granada este lunes, con Díaz, y el martes visitará Córdoba y Jaén, sin ella. “A nosotros los partidos difíciles siempre nos ponen. Y por eso estoy convencida, Pedro, que vamos a ganar. Pero tenemos que ganar bien, para no depender de nadie”, dijo la presidenta de Andalucía. “El 26 de junio estamos convocados a un referéndum por el cambio y solo hay una papeleta que lo garantiza, la del PSOE”, añadió Sánchez.

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