Rajoy abre la precampaña con viejas promesas y ataques a la nueva política

Cospedal "reafirma" la candidatura del líder del PP mientras Maroto pide "máximos niveles de participación" en la elección de los cabeza de lista

El presidente del Gobierno en funciones y del PP  Mariano Rajoy  clausura una conferencia con todos los portavoces parlamentarios de su partido de Espana  en el museo de arqueologico de Alicante

El presidente del Gobierno en funciones y del PP Mariano Rajoy clausura una conferencia con todos los portavoces parlamentarios de su partido de Espana en el museo de arqueologico de Alicante / periodico

PATRICIA MARTÍN / ALICANTE

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Mariano Rajoy se desplazó este miércoles hasta Alicante para participar en un acto del PP destinado a denunciar las “malas prácticas” y la “parálisis” que, a su juicio, traen consigo los ejecutivos de izquierda o el 'gobierno a la valenciana' que propugna Podemos. Al inicio y preguntado por los periodistas sobre si ya está en campaña, el líder del PP contestó “qué va”. Sin embargo, su discurso le desmintió completamente. Tras recordar que el día después de las elecciones de diciembre ya propuso la gran coalición y ha sido el PSOE, con su ‘no’ al PP, el culpable de la repetición electoral, se lanzó de lleno a la precampaña recitando de corrido promesas que ya hizo el pasado diciembre, como exenciones fiscales para autónomos y al empleo indefinido, a las que añadió propuestas que el PP ha ofrecido en estos cuatro meses a través de varias convenciones. La más sorprendente, que la jornada laboral finalice a las seis de la tarde.

Asimismo desempolvó viejos eslóganes como la importancia "no tirar por la borda" la recuperación económica o la necesidad de que España no "dé marcha atrás" y vuelvan las políticas socialistas que, en su opinión, "supusieron pérdida de miles de puestos de trabajo". El presidente también tuvo críticas para Ciudadanos, partido al que el PP aspira a robar los votantes conservadores que en los pasados comicios prefirieron el partido emergente, recordando que la fuerza naranja "intentó hacer presidente a Pedro Sánchez, asumiendo su programa electoral". Y, contra Podemos, aseveró que pretende "liquidar la soberanía nacional".

Frente a sus contrincantes, Rajoy presumió de haber hecho en los últimos cuatro meses "lo que debía", sin participar en "alharacas, sin engañar a nadie y sin ansiedad". Y se felicitó de que el fracaso político al menos sirva para que los españoles, "por fortuna, conozcan un poco más a la nueva política”; garantizando que el PP hablará en esta campaña "de los problemas de los españoles" y no participará en el "espectáculo, la farsa o la comedia de enredo". 

LA "RESPONSABILIDAD" FRENTE AL "EGOISMO"

En la misma línea, la secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, confrontó la “responsabilidad” demostrada por el líder del PP frente al “egoísmo e irresponsabilidad” de Sánchez, quien en su opinión ha actuado movido por los intereses “partidistas” y no generales en su rechazo a negociar con el Partido Popular.

Por ello, en un mensaje dirigido tanto al resto de formaciones como a las filas del PP, donde el liderazgo de Rajoy se ha visto cuestionado  por su inmovilismo a la hora de intentar conformar un gobierno y por los casos de corrupción, dejó claro que el partido conservador “reafirma” la candidatura de su líder. Ni ella ni Rajoy hicieron mención alguna a los escándalos, pese a estar en la Comunidad Valenciana, tierra sembrada de manzanas podridas. Cospedal tan solo agradeció a la actual presidenta regional, Isabel Bonig, quien mantiene un pulso contra Rita Barberá y los concejales valencianos imputados por el ‘caso Taula’, su “fortaleza en un momento difícil”.

Fuera de las jornadas, el vicesecretario popular Javier Maroto reconoció en una entrevista que le “gustaría” que el aspirante del PP a las próximas elecciones pudiera elegirse “con los máximos niveles” de participación, abogando públicamente por la celebración de primarias o un sistema parecido que el partido conservador se resiste a introducir. Maroto ya contradijo a Rajoy cuando confesó que no le habían convencido las explicaciones ofrecidas por Barberá, lo que dejó en evidencia las divisiones en el seno del partido conservador en torno a cómo afrontar la corrupción. Este miércoles se salió de nuevo de la línea oficial al reclamar más democracia interna en un momento delicado, cuando el PP prevé revalidar sin debate la candidatura de Rajoy y aplazar de nuevo el congreso que renovará la dirección. Eso sí, aclaró que, como “ganador” de los comicios de diciembre, el jefe del Ejecutivo en funciones tiene legitimidad para volver a presentarse. “Al que gana las elecciones, se le suele considerar un plus tradicional”, señaló.