Podemos e IU ultiman un pacto para ir juntos si se repiten las elecciones

POLITICA IGLESIAS GARZON

POLITICA IGLESIAS GARZON / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Podemos e IU concurrirán juntos como coalición estatal si hay repetición de elecciones el 26-J en virtud de un pacto que no está rubricado aún pero que cuenta con el plácet de Pablo Iglesias Alberto Garzón. Fuentes del partido morado han confirmado a este diario que el principio de acuerdo no se ha oficializado en espera de que, previsiblemente, se disuelvan las Cortes y se convoquen los comicios, el martes 3 de mayo, pero dan por hecho que habrá entendimiento. 

Entre los detalles por decidir queda el nombre, aunque ya se baraja la marca Podemos En Común. El partido de Iglesias se ha negado a que se incluyan las siglas IU y ve con buenos ojos la propuesta que recupera el nombre de la plataforma Ahora En Común, que surgió en 2015 para facilitar justamente una confluencia entre Iglesias y Garzón que, entonces, no fue posible. La fórmula de la coalición y la denominación final es importante, más allá de los sentimentalismos, porque permitirá a IU recibir subvenciones y saldar parte de la deuda, que asciende a 14 millones según el último informe del Tribunal de Cuentas.

Tras conocerse la noticia, de IU pidió "prudencia y paciencia", ante el temor que se les "utilice como moneda de cambio" en la recta final del calendario en el que todavía son posibles las negociaciones, y temen que se pueda hacer un uso partidista del pacto. La jefa de gabinete de Podemos, Irene Montero, matizó que no hay nada firmado aún, pero admitió que hay "voluntad" y "comprensión" para "explorar" la alianza. Y desde Moncloa, Mariano Rajoy opinó que la coalición "de radicales y extremistas" sería "pésima para el bienestar e intereses de todos los españoles".  

RECLAMA UNA DECENA DE PUESTOS

Fuentes conocedoras de las conversaciones sostienen que Garzón ha solicitado una decena de puestos y que reclama un lugar destacado en la lista por Madrid, lo que sitúa al líder morado en una situación comprometida. Las listas --no habrá primarias -- son cremallera, es decir, alternan hombre y mujer. Si Iglesias va de número uno y Garzón reclama ir de tres, Íñigo Errejón -que ocupó ese puesto en diciembre- podría sermdesplazado hasta el quinto lugar. Según sea el encaje de los candidatos de IU, la tensió en Podemos podría agravarse. En cualquier caso, el acuerdo deberá ser refrendado por los simpatizantes. El plazo para inscribirse como coalición en el ministerio del Interior expira el 13 de mayo. 

Con esta decisión Podemos transige en su hoja de ruta. Para el 20-D, no accedió a un pacto estatal con IU y sólo se sellaron acuerdos en Catalunya y Galicia. Lo que está por ver es hasta dónde llega ese giro. El entorno del líder defiende que los lazos tienen que estrecharse y desean construir un partido instrumental. Los errejonistas creen que con la fusión se perdería la capacidad de seducir a un espectro más amplio del electorado. No se trata de una reflexión retórica, porque tiene implicaciones directas, como si la campaña se hace conjunta o por separado.

QUIÉN DIRIGE LA CAMPAÑA

Si se impone la tesis de la fusión, la campaña será única, con las identidades amalgamadas y mítines con candidatos de Podemos e IU sobre el mismo escenario. Si finalmente se opta por un ‘juntos pero no revueltos’, los actos se harán por separado. Queda en el aire quién la dirigiría. Hasta el momento, Errejón ha coordinado todas las de su partido. De hecho, este mismo miércoles, Pablo Iglesias ha asegurado que cuenta con él para ser el “cabeza principal” de la próxima, pero ni ha concretado que vaya a ser el único director, ni tampoco el secretario político ha confirmado que le apetezca tomar las riendas de cualquier tipo de campaña, especialmente si el acuerdo que se acaba cerrando se aleja de sus planteamientos estratégicos.

En lo que se ha considerado un mensaje en clave interna, Iglesias ha pedido este miércoles a los suyos que estén “a la altura del momento histórico”. No es ningún secreto que los dirigentes errejonistas han sido reticentes a la confluencia con IU. Hasta las pasadas elecciones generales consideraban que esa marca les situaba en un frente de izquierdas lejano a la centralizad del tablero político. El contexto de repetición electoral ha hecho que maticen esa posición y consideran, ahora, que la confluencia con Garzón puede acabar sumando votos pero siguen marcando fronteras que no desean cruzar y reclaman que se siga manteniendo una línea transversal para seducir a un electorado más allá de los márgenes de la izquierda. “Seguimos manteniendo hoja ruta, que no es hablarles a los que comparten las mismas etiquetas, sino la voluntad común de refundación democrática, para poner instituciones al servicio de la gente, ese es el leit motiv”, explicó el secretario político en rueda de prensa el pasado martes en referencia a este debate identitario.

COLAU Y OLTRA A FAVOR

Las conversaciones de Iglesias y Garzón han merecido la atención de otras voces significadas. La alcaldesa de Barcelona ya transmitió la semana pasada en Madrid su deseo de que Podemos e IU lograran un acuerdo más amplio que el cosechado el 20-D en Catalunya y Galicia. De hecho, Ada Colau invitó personalmente al diputado malagueño para que asistiera a su intervención en un coloquio informativo en la capital y Garzón estuvo en la foto oficial con la edil, Iglesias y Errejón. 

También la líder de Compromís, Mónica Oltra, ha abogado por ampliar los pactos alcanzados por las fuerzas del cambio para tener “mayor rendimiento” y combatir la “dispersión del voto”.

Podemos obtuvo el 20-D cinco millones de votos, 300.000 menos que el PSOE, mientras que IU consiguió un millón. Fuentes de la dirección del partido morado consideran que con la alianza para el 26-J podrían dar el ‘sorpasso’ a los socialistas, superarles en porcentaje de voto, y conseguir un gobierno progresista.