Imputada por malversación la exdirectora del IVAM en la compra de obras de arte

El juzgado de Instrucción de número 21 de Valencia investiga a la exdirectora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), Consuelo Císcar, por presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental relacionados con el sobrecoste en la compra de obras de arte y publicaciones o la designación a dedo de comisarios en las exposiciones. Císcar es la esposa del exconsejero Rafael Blasco, en prisiónRafael Blasco por los mismos delitos por los que ahora se imputa a su mujer, pero en su caso por el desvío de fondos de cooperación al desarrollo para Nicaragua.  

La titular del juzgado ha levantado el secreto de la causa abierta contra Císcar y cuatro subdirectores del museo, además de un empresario, iniciada el pasado verano a raíz de una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción por las irregularidades en la gestión del museo entre el 2009 y el 2013.

En el auto de la jueza Nuria Soler se recoge el contenido de un informe de la Intervención General de la Generalitat valenciana que alerta, entre otras irregularidades, de compras de obras de arte por más de un 1.500% más del valor de mercado. Otra de las  irregularidades más significativas descritas es la contratación de los servicios de edición de los 20 números de la revista 'Cuadernos del IVAM', con un coste de 2,3 millones de euros, donde hubo fraccionamiento y adjudicación directa a una empresa "sin motivar adecuadamente la específica necesidad". Durante la etapa investigada, también se detallan gastos superfluos por viajes y alojamiento “satisfechos a personas que no tiene relación laboral con el IVAM".

DECISIONES EN BASE A SU "CRITERIO PERSONAL"

La juez Nuria Soler concluye que “como máximo responsable del IVAM”, Císcar tendría una “directa participación en todos los asuntos relacionados con la gestión del ente y en las irregularidades y deficiencias puestas de manifiesto”. Asimismo, la juez estima que "todas la propuestas de adquisición de obras de arte" partían directamente de la Comisión de Adquisición presidida por Císcar y que la dirigente popular contrataba a los comisarios de las exposiciones "en base a su criterio personal" o que, según declararon varios testigos durante la instrucción de la causa, fue Císcar quien tomó la “decisión unilateral” de contratar al empresario también investigado, saltándose la legalidad en materia de contratación pública.

Tras diez años al frente de una polémica dirección del museo, Consuelo Císcar renunció al cargo en la primavera del 2014, cuando quedaban pocos meses para que se dictara la sentencia contra su marido por la primera pieza del Caso Cooperación. Antes de eso, su gestión había provocado otro escándalo, al conocerse que había gastado casi medio millón de euros en comprar 61 fotografías a Gao Ping, galeristas y presunto cabecilla de una trama de blanqueo de dinero desarticulada en la ‘opración Emperador’.