Ni edad ni condición

Gerardo Pisarello, Pablo Iglesias, Xavier Domenech  Ada Colau y Laia Ortiz, durante el acto de En Comú Podem, en Badalona, este sábado

Gerardo Pisarello, Pablo Iglesias, Xavier Domenech Ada Colau y Laia Ortiz, durante el acto de En Comú Podem, en Badalona, este sábado / vls

EMMA RIVEROLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Falta una hora para que el “¡Sí se puede!” resuene en el pabellón de Llefià, en Badalona, pero la cola ya trepa por la cuesta, supera la calle Veneçuela (sin contratiempos ni acusaciones de fuerzas oscuras) y alcanza una rotonda en la que confluyen las calles Oceanía, África y América. Toda una declaración de principios para un barrio de mil acentos, caladero electoral de Xavier Garcia Albiol. Una panadería y una churrería cubren de olores la mañana. En los balcones, ropa tendida, también algunas chilabas. Marañas de cables en los muros. Carteles de ‘Se vende’ o ‘Se alquila’ sobre numerosas persianas bajadas. En la Rostisseria Neus, menú de 15 euros, con pollo, patatas y espumoso.  En Retales Isabel, carteles de talleres de meditación y clases de sevillanas.

En la cola, los organizadores venden pañuelos morados. Uno por dos euros, dos por tres euros. “Uf, deja, deja, que estoy seco”. Ya en el interior, el 'merchandising' funciona un poco mejor. “¿Estoy guapa?”, pregunta una mujer con su camiseta recién estrenada. Pero la mayoría opta por rebuscar en el armario algo morado. Una bufanda, un jersey, incluso mechas en el pelo. Los tiempos no están para caprichos. El polideportivo se va llenando. Las conversaciones oscilan entre los males del país y la esperanza de cambio. “Han abierto una ilusión”, reflexiona un hombre. “Ya verás, ya verás, Ada primero entra suave, pero después se viene arriba”, explica un devoto. “El mitin del Vall d’Hebron sí que fue guapo, ¿te acuerdas? Había más gente fuera que dentro”, replica el nostálgico. “¿Haces fotos con Pablo?”, pregunta una mujer a un fotógrafo de prensa que la mira sin acabar de entenderla.

El mitin se retrasa. La luz entra serena por el techo del pabellón. La  voz de Gal Costa se suma al momento perezoso. Una mujer lee un libro, un hombre cuelga una bandera republicana de las gradas (la única bandera del acto). De repente, alguien grita “¡ahora, ahora!” y el “¡Sí se puede!” barre a la bossa nova. El clamor no tiene edad ni condición. Mayores y jóvenes, parejas y familias se entremezclan. También la ropa de marca con la de hipermercado. En el escenario se repite la palabra fraternidad. “Pablo, este país pequeño te hará presidente de España”, afirma Gerardo Pisarello. Y el pabellón corea una ilusión.