Sánchez: "El problema de España y Catalunya son Rajoy y Mas"

El PSOE busca su hueco entre la presión a la olla catalana con la que el Gobierno ha iniciado la precampaña del 27-S y la escalada de respuestas del independentismo. Su secretario general, Pedro Sánchez, intentó ayer desmarcarse de esta polarización con un doble mensaje. «Ni España es Rajoy, ni Catalunya es Mas. Ni Catalunya es el problema de España ni España es el de Catalunya», dejó claro el líder socialista durante el informe político del Comité Federal del PSOE que ayer acordó tener aprobadas el 17 de octubre las listas para las generales de diciembre.

Para Sánchez, el problema de los dos territorios tiene apellidos concretos: Rajoy, que «trata de confrontar a los españoles con los catalanes» y Mas, que enfrenta a «catalanes contra catalanes». Pero ninguno de los dos, advirtió, va a «conseguir su propósito». «Es el momento de recuperar el seny en la política catalana y española» y de «construir una Catalunya mejor en una España diferente» con Miguel Iceta y el PSC como sus principales referentes, señaló.

LA CORRUPCIÓN / Mas no solo busca el enfrentamiento, sino también el beneficio personal, defendió el líder socialista. «El independentismo trae un defecto de fábrica. Levantado al falso grito de España nos roba, la realidad ha destapado que quienes roban son personas con nombres y apellidos sin fronteras y su patria son los paraísos fiscales», recordó.

Antes del inicio de la reunión, Iceta celebró que el expresidente del Gobierno Felipe González se haya mostrado partidario de reformar la Constitución para reconocer a Catalunya como nación. «Yo lo he defendido siempre y me alegro de coincidir con él una vez más», declaró.

Quizá el giro de González haya  enmendado su patinazo al equiparar la situación catalana a la de los años 30 en Alemania, pero puede haber vuelto a agitar unas aguas demasiado pantanosas para su partido. La futura cabeza de cartel del PSC por Barcelona para las generales, Carme Chacón, y varios barones territoriales, matizaron que «ahora no es el momento» de reabrir este  debate.

La polarización es el principal enemigo del PSOE, pero puede ser su principal aliado si juega bien la baza de la equidistancia. Así en la política catalana como en la española. «Cuando unos apostaban por la revolución y otros por la dictadura de los mercados, los socialistas siempre apostamos por el crecimiento justo y la defensa del Estado de bienestar y no hay ninguna razón para abandonar nuestra apuesta», dijo Sánchez marcando diferencias con el PP y con Podemos.