Rajoy: «Albiol tiene las ideas claras, es el más cercano»

En Castelldefels abrió Mariano Rajoy la campaña que le dio la mayoría absoluta en las elecciones generales del 2011. En Castelldefels gobernó el PPC hasta los pasados comicios locales. En Castelldefels se encendieron los ánimos de los populares la semana pasada cuando el pleno aprobó sumarse a la Associació de Municipis per la Independència (AMI). Y en Castelldefels ungió este miércoles el presidente del Gobierno central a Xavier García Albiol como cabeza de lista para el 27-S. Nada es casual en política. La atención puesta por los populares en la localidad del Baix Llobregat evidencia su estrategia: consideran clave el área metropolitana de Barcelona para vencer al independentismo y, a la vez, para evitar una remontada del PSC y el auge de Ciutadans con un cabeza de cartel al que el líder del partido agradeció que tenga «las ideas claras» y definió como «el más próximo y el que mejor conoce los problemas de la gente».

La visita de Rajoy duró una hora y media y ni siquiera hubo mitin. Solo una reunión a la que asistieron el flamante cabeza de lista, su número dos, Andrea Levy, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, la todavía presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, y toda su cúpula directiva. Acto seguido, el presidente hizo unas declaraciones a la prensa en las que, además de dar un tímido agradecimiento a Camacho por su «coraje», ensalzó el aval que los badaloneses le dieron a Albiol al ser el más votado en las municipales de mayo.

Tampoco desaprovechó el presidente para avisar a Artur Mas de que tendrá «un problema» si incumple la ley. Su Gobierno, insistió, no lo permitirá, y el PP pondrá toda la carne en el asador para que el 27-S suponga «la salida del túnel» y el fin de las «decisiones irresponsables». «La decisión [de poner a Albiol] demuestra que el partido se toma en serio las elecciones, y yo también», espetó.

Pactos poselectorales

Por si no quedaba claro que las del 27-S serán para los populares algo más que unas elecciones autonómicas (les llamen plebiscitarias o no), Albiol también lo evidenció en una intervención previa, en la que separó la contienda en dos bandos («los que quieren romper España» y los que no). En ese discurso, el exalcalde de Badalona defendió un españolismo sin complejos por encima de las siglas, mientras que en su  tour matutino por radios y teles se mantuvo firme ante quienes le acusan de xenófobo -insiste en que lemas como Limpiando Badalona señalan solo a quienes vienen a delinquir- y planteó de nuevo un pacto poselectoral a los partidos no independentistas. Al PSC les aceptó una posible reforma de la Constitución (ya se vería qué tipo de cambios aceptaría), pero al mismo tiempo les acusó de «no ser ni carne ni pescado». A Ciutadans les lanzó un guiño cargado de intención al no considerarles «rivales», sino «compañeros» de camino. Traducido ese mensaje del lenguaje político, para qué votar al partido de Albert Rivera, que ni si quiera se presenta el 27-S, si es lo mismo que el PPC y el  candidato popular es más contundente.

«Sin estridencias» 

Por la mañana, la cúpula popular, con Rajoy al frente, congregó a los presidentes provinciales del partido para impartirles doctrina cara a al 27-S y a las generales. En ese cónclave, según informó el vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, el presidente llamó a los suyos a situarse en la «moderación» y el «seny» (ellos consideran que Albiol está ubicado en ese punto) y a defender la españolidad «sin estridencias» frente a un Mas que «llevaría a Catalunya a una situación como la de Grecia».

Al mismo tiempo, Casado aseguró que su partido rehuirá «la confrontación y la provocación» en la campaña del 27-S y se dedicará sobre todo a explicar que lo que necesita Catalunya es un gobierno que se preocupe de «resolver los problemas económicos y de desempleo, de corrupción y de quiebra de los servicios sociales». Como Albiol, también instó a Ciudadanos a sumar fuerzas. Nada es casual en política.