Iceta ve a Mas como un "lastre" para Catalunya

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, aprovechó ayer su intervención ante el consejo nacional del partido, que lo ratificó como candidato a la presidencia de la Generalitat, para lanzar una dura diatriba contra Artur Mas, a quien presentó como un «lastre» para Catalunya y como el responsable de haber instalado la política catalana en «un vodevil que no lleva a ninguna parte».

El líder de los socialistas catalanes recordó que el pasado miércoles, en la sesión de control al Govern en el Parlament, el president fue incapaz de responderle si se presentaría o no a las elecciones cuando faltan menos de tres meses para la cita con las urnas. Y señaló que tanto los partidos como las entidades soberanistas le han dicho a Mas que están dispuestos impulsar una lista unitaria «mientras no la dirija él». «Le han dicho que molesta, que no lo quieren», agregó Iceta, que acusó al líder convergente de haber convertido la candidatura en «un objeto de subasta» y haber «rebajado la dignidad» del cargo que ocupa.

«Mas ha fracasado -sentenció-. Tenemos un problema y él lo ha empeorado, al pasar del Govern de los mejores al Govern de los líos». El candidato socialista definió al actual presidente de la Generalitat como «un pasivo» para Catalunya y auguró que «podría pasar a la historia como el [presidente] que más ha debilitado la causa catalana».

El consejo nacional ratificó la candidatura de Iceta con solo tres abstenciones. También confirmó a la exministra Carme Chacón como cabeza de cartel en las próximas elecciones legislativas, con una sola abstención. Ninguno de los dos ha tenido que someterse a unas primarias puesto que fueron los únicos aspirantes que reunieron los avales necesarios para postularse.

EL "CORAJE" FEDERAL

Chacón -a quien Iceta presentó subrayando que ella «no vuelve porque no se ha ido nunca»- afirmó en su discurso que assegurat que «la crisis territorial tiene una salida federal» y que el socialista es el único partido con el «coraje» suficiente para llevar a cabo una reforma en este sentido».

La exministra criticó el «cuatrienio negro» del PP, apuntó que «en Catalunya no ha ido mejor» -«solo que aquí se habla catalán y hay estelades»- y se permitió una tímida autocrítica: «Sabemos que en algunos momentos hemos extraviado el rumbo, pero estamos unidos y con ganas de afrontar los problemas».