Mas: "Chocamos contra un bloque de hormigón"

"Estamos metidos en un diálogo de sordos, y si me lo permiten", ha afirmado el 'president' Artur Mas a la audiencia en el Cercle d’Economia, "un diálogo con un sordo (el Estado)". Así ha resumido Mas la situación en que queda el pulso soberanista tras la nueva sentencia contraria del <strong>Tribunal Constitucional</strong> a las medidas aprobadas por el Parlament. "Chocamos con un bloque de hormigón", ha seguido, y ha lanzado un aviso: "No se podrá gestionar la política catalana hasta que se consulte a la ciudadanía qué tipo de relación quiere con el Estado". A juicio del 'president', la sentencia del Constitucional solo deja ahora a los comicios del 27-S como "única vía legal y democrática" para que los catalanes puedan ejercer el derecho a decidir.

Mas ha respondido a la nueva apelación del presidente del Cercle d’Economia, Anton Costas, de más "diálogo y consenso" afirmando que el Gobierno del Estado no quiere hallar una vía intermedia, fruto de una negociación, sino que "pretenden que nos olvidemos de nuestras reivindicaciones". ¿Puede ello cambiar si el Ejecutivo cambia de color en las elecciones generales a celebrar a final de año? "Yo soy escéptico de que un cambio de ese tipo cambie el enfoque hacia Catalunya", ha señalado, para añadir: "Pero escéptico no es intransigente". La relación con España, ha aseverado, es la de "trabaja, paga, no molestes y calla".

"Cuál es la alternativa para Catalunya?", se ha preguntado Mas. "¿Un nuevo Estatut? Ya hemos pasado por ahí. ¿Una reforma de la Constitución? Somos el 16% de la población, la compondrán PP y PSOE. El pacto fiscal era otra alternativa, pero también lo intentamos. Si no hacemos esto, qué hacemos?", ha dicho antes de remachar: "La alternativa es la disolución de la autonomía".

APELACIÓN AL CONSENSO

A preguntas de la audiencia. el jefe del Ejecutivo catalán también se ha referido a sus socios de estabilidad parlamentaria. "¿Cree usted que Esquerra es un socio solvente, fiable y discreto?". Mas ha bromeado: "Siguiente pregunta", para después señalar que "esto que se quiere hacer, una sola fuerza no lo puede hacer". Ha dado valor Mas al hecho de identificar un objetivo común grande y no perderse "en batallas secundarias". "Catalunya no saldrá de esta situación sino hay un gran consenso, y si puede ser, con más de una fuerza", ha añadido.

La fuerza de la actualidad, la sentencia del TC, ha permitido al 'president' soslayar el otro gran asunto de la semana, la <strong>comparecencia de la familia Pujol Ferrusola </strong>en la comisión de investigación parlamentaria y, en concreto, la aseveración del primogénnito, Jordi, de que era "gran amigo de Mas". El 'president' ha pedido "menos 'reality show'. Y ya me entienden".

Mas ha trazado también su diagnóstico de la situación económica. "Si se divide por dos la euforia de Rajoy y se multiplica por dos el pesimismo de Pedro Sánchez, estaremos en un punto bastante parecido a la realidad", ha asegurado, antes de acometer uno de sus tópicos símiles marinero. "Hace siete años nos cubrió una gran ola (la crisis) que nos arrojó al agua. Y ahí estuvimos, este tiempo, además, con la cabeza bajo el agua. Ahora hemos asomado la cabeza, primer paso para poder nadar hacia la playa". Ante un auditorio repleto de empresarios, Mas ha lanzado un nuevo aviso: "Habrá que repartir bien los beneficios" para paliar los efectos de la crisis entre los más desfavorecidos. "Lo contrario significaría que tras haber repartido mal los sacrificios" se caería en la misma injusticia "en los beneficios", ha añadido.