'The Economist' augura una suspensión del proceso soberanista si no hay elecciones plebiscitarias

Si no hay acuerdo entre Artur Mas y Oriol Junqueras y finalmente no se celebran elecciones plebiscitarias, el proceso independentista en Catalunya entrará en una fase de suspensión. Es el pronóstico que realiza la revista 'The Economist' en su edición de esta semana.

En un artículo titulado 'Mr Mas throws down the gauntlet' (Mas tira el guante), la revista señala que, en contra de lo que pudiera pensar el Gobierno central, tras la consulta participativa del 9-N, "Mas está listo para una escalada de la confrontación" con el Estado y destaca que las querellas contra él "solo han incrementado su popularidad". En este marco sitúa la revista la propuesta del 'president' de convocar unas elecciones plebiscitarias con la condición de que haya una lista unitaria. " A diferencia de la consulta del 9-N, no habrá dudas de la legalidad de estas elecciones", sostiene el semanario anglosajón.

'The Economist' califica de "inteligente" el movimiento de Mas, que echa un doble guante, apunta, a ERC por una parte, y a Mariano Rajoy por otra. Así, el 'president' sitúa a Oriol Junqueras ante la decisión de renunciar a la opción de presidir la Generalitat si acepta esa candidatura unitaria. "Si ERC y Mas siguen en desacuerdo y no se celebran las elecciones plebiscitarias, la independencia entrará en suspenso", señala la revista.

"PROFUNDA INCERTIDUMBRE"

La celebración de las plebiscitarias tampoco abre un panorama más alentador, a juicio de 'The Economist': "Si (en esas elecciones) hay una mayoría independentista, ello lanzaría a Catalunya a un periodo de profunda incertidumbre".

Por lo que se refiere al guante a Rajoy, la revista señala que el presidente español "todavía tiene que hacer una oferta seria para calmar la ira de los catalanes" y avisa de que "con las elecciones generales a finales del 2015, se le está acabando el tiempo". 'The Economist' concluye que las plebiscitarias no solucionará la crisis económica y que Madrid no está preparado para solucionar el conflicto soberanista y acaba con un segundo pronóstico: "A los catalanes les esperan tiempos convulsos".