Joan Herrera: "Mi papeleta en el nuevo 9-N será la respuesta al PP"

Después de muchos recelos y presiones internas en el partido, el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera (Barcelona, 1971), ha decidido implicarse en el sucedáneo de la consulta del 9-N. No obstante, el dirigente ecosocialista no aclara si finalmente votará.

-¿Nos puede aclarar de una vez si ICV-EUiA apoya o no el sucedáneo de consulta del 9-N?

-ICV-EUiA quería una consulta con todas las garantías que no se ha podido hacer. El Govern presentó su alternativa como un sustitutivo de la consulta y no lo avalamos. Pero desde la presentación hasta hoy han pasado cosas sustanciales. El Pacte Nacional pel Dret a Decidir ha aceptado diferentes formas de movilización el 9-N, la sociedad civil está preparando denuncias a las instituciones europeas para evidenciar que el Estado no deja votar, y el president Artur Mas ha admitido que este proceso no es la consulta. Pero ha pasado algo aún más importante, que es la intención del Estado de ilegalizar el derecho a participar. Ante este escenario, ICV-EUiA responderá participando en todas las formas de movilización el 9-N. No podemos quedar al margen. Mariano Rajoy es quien cambia radicalmente el escenario.

-Ante este cambio de criterio, ¿Joan Herrera qué hará el 9-N?

-Yo, y más dirigentes de la coalición como Dolors Camats o Joan Mena, participaremos en todas las expresiones de movilización. Firmaré una denuncia al Estado porque no deja votar y participaré en el proceso participativo del Govern. El 9-N debe ser una jornada de reivindicación en la que lo importante no será tanto lo que opine la gente, sino la cantidad de gente que se movilizará frente a un PP con alergia a la democracia. Esta es una decisión compartida.

-¿Participar en el proceso participativo quiere decir votar?

-Votar es mucho más que depositar una papeleta en una urna. Requiere una deliberación y un debate previo, con neutralidad. El proceso participativo del Govern no es eso, no es una consulta. Pero ante la hostilidad del PP, mi responsabilidad democrática es participar en todas las formas de expresión de esta movilización.

-De acuerdo, pero la forma de expresión de la movilización que propone el Govern pasa por votar.

-Para mí lo importante es que el 9-N se convierta en una multitud de expresiones que rechacen la impugnación. Seguirá habiendo mucha más gente que defiende el derecho a decidir que la que participará en el 9-N. Pero no podíamos actuar igual antes que después de la impugnación.

-Insisto. Si dice que participará en «todas» las expresiones de movilización, ¿significa que le veremos introduciendo la papeleta en la urna?-Mi papeleta el 9-N alternativo será la respuesta al PP. Estos días ha habido una cierta banalización de lo que significa votar. No contribuiré a ello. Para pronunciarse sobre un tema tan relevante hace falta una consulta con garantías. Y esto no es una consulta, es un proceso participativo en el que lo más importante no es tanto lo que se expresa, sino cuánta gente se implica. Eso y la impugnación del PP es lo que hace que hayamos decidido al final implicarnos.

-¿Entiendo que ya no considera que el proceso participativo sea un «plan de rescate» del president Mas, como afirmó en su día?

-Mas lo presentó como tal, pero entre todos hemos cambiado su propuesta unilateral. Y ante la respuesta del PP, este proceso necesita que tenga éxito. Pero no avalo que este proceso liquide la consulta. Para nosotros quedará pendiente. Es más, Iniciativa volverá a llevar la consulta en el próximo programa electoral.

-¿Pero no cree que la pantalla de la consulta ya queda superada?

-Corremos el riesgo de que este proceso queme la consulta, pero se estará engañando quien el 10-N diga que la consulta ya está hecha. Tarde o temprano tendrá que haber la consulta.

-Según las actas de las reuniones de partidos soberanistas, Mas aceptó su propuesta de recogida de firmas. Entonces, ¿por qué reaccionó usted tan contrariado?

-El president no la descartó, pero se nos dijo que era contradictorio votar y denunciar que no votas. Lo que ha cambiado es que ahora el 9-N habrá denuncias gracias a un trabajo de los partidos y distintos actores sociales y políticos.

-¿Se ha reunido con Mas en los últimos días para distender las cosas?

-Nos reunimos brevemente el viernes, intercambiamos impresiones y constatamos que el Pacte Nacional pel Dret a Decidir ha ayudado a rehacer un escenario unitario en el que ICV se siente más cómoda.

-Y no me negará que la presión de una parte del partido también ha influido en este cambio.

-Sabíamos que una parte del partido se implicaría desde el principio en este proceso. Es natural, este no es un partido homogéneo, siempre hemos entendido la pluralidad. Pero lo determinante es la actitud del PP.

-ICV-EUiA firmó con ERC un documento que exigía elecciones anticipadas. ¿De verdad le interesan?

-No es una cuestión de intereses, se ha agotado el mandato de la legislatura y, además de ejercer el derecho a decidir, hay que cambiar ya las políticas de CiU.

-ERC pide una declaración unilateral y CiU quiere abrir una negociación con el Estado. ¿Qué plantea ICV para después de las elecciones?

-Después del 9-N haremos una propuesta basada en iniciar una negociación con el Estado sin descartar ningún escenario. Por eso la correlación de fuerzas en el Estado tras las elecciones del 2015 será clave. Eso sí, cualquier acuerdo tendrá que pasar por una consulta en Catalunya.

-¿Cómo le han sentado las críticas que ha recibido ICV desde sectores independentistas los últimos días?

-El país tiene que entender que el derecho a decidir se defiende desde la transversalidad, y no solo desde una visión independentista. Estamos caminando juntos, pero no se camina de una sola manera. Esta es la lección que debemos aprender.