ENTREVISTA CON EL Secretario de Universitats i Recerca

Antoni Castellà: "Es el momento de refundar Unió para purificarnos"

«Es el momento de refundar Unió para purificarnos»_MEDIA_1

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FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Antoni Castellà (Barcelona, 1970) va a por todas. Como Josep Rull en Convergència, apuesta por refundar Unió para que deje de estar vinculada a sectores poderosos y poco cristianos. Admite que los partidos siguen financiándose ilegamente, apuesta por que su partido propongo el  a la independencia y anuncia que surgirá un movimiento social para impulsar estas ideas.

-¿Qué posición debe adoptar Unió en la consulta soberanista? 

-El consejo nacional decidirá. Mi opinión, y así lo plantearé, es que Unió debe defender el sí-sí por coherencia histórica y doctrinal.

-¿Se impondrá esta tesis?

-Espero que sí.

-¿Qué haría usted ante la previsible decisión del Constitucional de suspender la convocatoria?

-Si una vez aprobada la ley catalana de consultas el Constitucional suspende la consulta cautelarmente, podemos darnos un tiempo prudencial para tener credibilidad ante la comunidad internacional y después, resuelva lo que resuelva el alto tribunal, votar.

-Aparte de defenderlo usted, ¿está trabajando con algún tipo de estructura organizativa o presión interna para que el partido se decante por el sí-sí?

-Creo que sería interesante plantearse una refundación de Unió, no como un cambio, sino como un retorno a los orígenes. Utilizando una frase del papa Francisco, creo que es un momento de refundación en un proceso de regeneración completa. Nos tenemos que purificar y liberarnos de los sectores influyentes que nos han apartado de los orígenes fundacionales. Hay que recuperar una radicalidad absoluta en la defensa de la justicia social y un nítido soberanismo sin dudas.

-¿Y esto tomará forma?

-Probablemente en los próximos meses veremos cómo diferentes personas de entornos de ideología socialcristiana se implican políticamente en la campaña en favor del sí-sí en la consulta y también en favor de la regeneración de la política.

-¿Habla de volver a los orígenes porque Unió está demasiado vinculada a ser un partido de lobis?

-Esto afecta a la mayoría de partidos. Es bueno repensar Unió bajo el criterio de revisar los derechos y deberes civiles, plantear un Estado del bienestar en el que no sea tan importante la titularidad de los servicios públicos, sino el servicio que ofreces. Tolerancia cero con el fraude fiscal, pero también con la mala utilización de los servicios públicos. Equilibrar el papel de la Administración con el de la sociedad civil. Defender el sí-sí, pero no para crear cualquier Estado. No serviría de nada si lo único que hacemos es cambiar ministerios por conselleries.

-Estamos bajo el efecto del caso Pujol. El caso Pallerols constató financiación irregular de Unió... ¿Qué propondrá al respecto este movimiento del que me habla?

-El sistema de partidos debería tender no tanto a la militancia de carnet, sino a la participación de ciudadanos responsables que colaboran con un proyecto. Partidos que abran las listas electorales, sin dependencia sistemática de los endeudamientos con las entidades financieras, repensando las campañas electorales con una conexión más directa con los ciudadanos y con menos gasto aprovechando las redes sociales. Y sobre todo un sistema en el que el ciudadano pueda votar mucho más allá del proceso electoral de cada cuatro años. Un modelo en el que no cuenten tanto las estructuras de partido, sino los movimientos ciudadanos al lado de una ideología determinada.

-El caso Pujol reabre el caso de las comisiones por obras, con numerosos casos abiertos judicialmente.

-El problema reiterado de la financiación se debe a que se han creado estructuras con las que nos convencíamos de que necesitábamos una capacidad financiera muy grande para que la ideología prosperase.  Y estos costes elevadísimos son los que han hecho a los partidos dependientes de necesidades financieras imposibles de cubrir.

 

-Usted ha citado a Casaldàliga: «Los partidos han de ser pobres y libres». Y ha afirmado que no tiene la sensación de que lo sean...

-Y seguimos así. Para tener libertad uno no debe tener dependencia. Y en palabras de Casaldàliga, tener independencia es ser pobre. Y ser pobre es no estar endeudado.

-¿Unió no es libre? ¿Lo es CiU?

-Ninguno de los actuales partidos son suficientemente libres. Todos tienen unos niveles de endeudamiento fuera de lo normal.

-Esto dificulta legislar con temas que tengan que ver con el mundo financiero...

-Demasiadas veces el problema es que el objetivo de un partido asumiendo riesgos se contradice con el objetivo de las entidades financieras, que es cubrir esos riesgos. No es una buena asociación.

-¿Podemos decir que los partidos se financian de forma correcta?

-No creo que lo podamos asegurar y por tanto deberíamos entrar en un proceso colectivo de entrada de los partidos en concurso de acreedores y empezar de cero. Hacer un pacto global: no mirarnos de reojo por quién contrata a la consultoría más grande o quién contrata una estructura de campaña más grande.

-¿Opta usted a liderar el partido o a que se implanten estas ideas?

-Para mí el instrumento para desarrollar todo esto es Unió, el objetivo es llevarlo a Unió intentando escuchar a entornos sociales que nos lo piden a gritos.