EL PODER EN LA SOMBRA (ii)

Unos amigos sin sofá

Xavier Trias ha tejido durante su mandato un equipo compacto y de apoyo incondicional, con la incógnita de que luchan contra sí mismos

'Community manager' 8 El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, junto a su director de comunicación digital, Xavier Tomàs, en el ayuntamiento.

'Community manager' 8 El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, junto a su director de comunicación digital, Xavier Tomàs, en el ayuntamiento.

TONI AIRA

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Cuando hace unos cuantos años el PSC gobernaba en Barcelona ininterrumpidamente durante más de dos décadas y el primer secretario del partido en la ciudad era Joan Ferran, dice la leyenda (que no lo es) que este político afirmó que los socialistas incluso podían ganar unas elecciones en la capital catalana presentando a un sofá de candidato. Ahora, con el PSC en la oposición y hundido en las encuestas de intención de voto, se demuestra una vez más que nada es eterno, pero en aquella época en Barcelona la hegemonía del PSC lo parecía, también cuando en el 2003 Xavier Trias asumió el reto de disputar por CiU la alcaldía de Barcelona a los socialistas. Iba a una muerte política segura, pero no fue así.

Persistió, se tragó dos legislaturas en el desierto (desertísimo) de la oposición municipal y finalmente triunfó. Por deméritos de los socialistas, pero también por méritos propios de entre los cuales, el principal, haber sabido tejer un equipo compacto y de apoyo incondicional, que lo ha acompañado en su primera legislatura como alcalde de Barcelona, y que aspira a hacerlo también pasadas las próximas elecciones municipales. Pero con una gran incógnita en el horizonte: ya no luchan contra un sofá, sino sobre todo contra ellos mismos.

Quinto Tulio Cicerón, en el 64 a.C, escribió para la campaña al consulado de su hermano mayor Marco Tulio Cicerón una serie de consejos que con la perspectiva de veinte siglos sigue siendo un manual de márketing político del todo vigente. Allá, en su Breviario de campaña electoral, entre otros muchos consejos se dice: «Una candidatura a un cargo público debe centrarse en el logro de dos objetivos: obtener la adhesión de los amigos y el favor popular». Y, ciertamente, Trias empezó por confeccionar un grupo de amigos a su alrededor para afrontar, haciendo piña, una aventura más que complicada y de resultado incierto.

Óscar Martínez, su jefe de prensa, no es militante de Convergència Democràtica. Trabajaba en la delegación del diario Avui en Madrid, cuando, en diciembre de 1999, la entonces jefa de prensa del partido, la ya desaparecida Núria Zabala, lo fichó para «poner en marcha una nueva etapa» con Trias de líder de CiU en el Congreso de los Diputados. Y de él que no se ha separado.

Igual que el actual concejal de Presidencia, Jordi Martí Galbis (también regidor del distrito de Sants-Montjuic), entonces diputado con el ahora alcalde. Es una de «las niñas de los ojos de Trias», junto con su jefe de gabinete en Alcaldía, un joven Albert Ortas que cuando previamente asumió las mismas funciones en la etapa que Trias comenzó en el Congreso en el 2000 contaba con escasos 26 años. En su equipo, Jordi Cabrafiga y Joan-Anton Sánchez son piezas clave en la elaboración del discurso del alcalde.

Este es el núcleo duro «de amigos y asesores» del alcalde de Barcelona, junto con el primer teniente de alcalde, un Joaquim Forn que, como miembro del pinyol del presidente de la Generalitat, Artur Mas, asumió en el año 2002 la dirección de campaña del alcaldable, y con un joven Xavier Tomás (como Ortas, una especie de «hijo adoptivo» del alcalde), que desde el 2008 le gestiona su presencia en las redes sociales digitales. Ellos, en conjunto, forman una verdadera red.