DEBATE SOBRE EL FUTURO DE CDC

La apertura convergente

El partido nacionalista explora fórmulas de mayor permeabilidad social, pero se resiste a abrir el melón de las elecciones primarias para evitar lecturas sucesorias

Carles Campuzano.

Carles Campuzano.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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El reciente artículo del diputado de Convergència en el Congreso Carles Campuzano apostando por la celebración de unas elecciones primarias en el partido para elegir al futuro secretario general ha generado un cierto vaivén en la nave convergente; especialmente, en lo que respecta a sus métodos de funcionamiento organizativo y al debate sobre la necesidad de una mayor apertura a la sociedad, que Campuzano reivindica y no en solitario.

La convención nacional celebrada por CDC hace 15 días sirvió para poner en práctica algunos métodos de apertura, como debates a puerta abierta y con participación de no militantes. En ese marco, la líder de la JNC, Marta Pascal, planteó la limitación de mandatos y de cargos, la posibilidad de celebrar primarias y una organización «más horizontal, no tan vertical como ahora».

La dirección se limita por ahora a mostrarse abierta a la discusión, pero sin tomar la iniciativa. Recuerda que los estatutos de CDC permiten a varios candidatos presentarse a la secretaría general, pero es el congreso el que elige al líder y a su equipo. «Si se hiciera lo que plantea Campuzano el papel del congreso quedaría desvirtuado», alega un dirigente. Un factor clave es que la cúpula no desea dar la impresión de que se abre el melón sucesorio.

Así pues, CDC debate informalmente en sus diferentes corrientes las bondades y riesgos de las primarias. Entre estos últimos, «que salga escogido el candidato más mediático, pero no el mejor», explica un miembro de la ejecutiva, o que el aparato imponga a su preferido. Y los más refractarios se preguntan si Campuzano aceptaría ser también él escogido en primarias. «Igual tendría sorpresas», alega un alcalde del partido con cierta sorna.