Bárcenas afirma que la cárcel le provoca "serios perjuicios psicológicos"

El extesorero conservador reclama de nuevo al juez Ruz que le ponga en libertad por las "vagas imputaciones" contra él

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La defensa del extesorero del PP Luis Bárcenas ha vuelto a pedir al juez del 'caso Gürtel'Pablo Ruz, que le deje en libertad, ya que su ingreso en prisión se basa en "vagas imputaciones" y le produce "muy serios perjuicios de carácter personal, familiar, profesional y social, e incluso psicológico".

Bárcenas ya reclamó su libertad al poco de entrar en prisión el pasado 27 de junio, pero la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la rechazó el 29 de julio, y volvió a pedir su excarcelación en septiembre, a la que Ruz respondió también de forma negativa.

Ahora, el abogado del extesorero, Javier Gómez de Liaño, ha presentado ante Ruz un nuevo escrito en el que reclama su libertad y argumenta que los indicios de delito contra su defendido no son consistentes.

"Lo supuestos indicios (...) son los mismos que se repiten una y otra vez, auto tras auto, sin que hasta la fecha hayamos recibido respuesta congruente a los argumentos que, escrito tras escrito, la defensa del señor Bárcenas ha planteado", asegura el abogado en el escrito.

Delitos prescritos

Desgrana los delitos que se le atribuyen en el 'caso Gürtel' e indica que, en el caso del cohecho, no podría haberlo cometido porque no ocupaba su silla de senador cuando se le atribuye su influencia en contrataciones públicas. Sobre un posible delito fiscal en los años 2002, 2003, 2006 y 2007, afirma que los dos primeros ejercicios estarían prescritos y los posteriores los regularizó Bárcenas acogiéndose a la amnistía fiscal. Acerca del delito de blanqueo de capitales, Gómez de Liaño explica que esta imputación es de una gran "complejidad jurídica". El letrado considera llena de "afirmaciones erróneas" y "fruto de la mala fe" la argumentación de la Policía sobre el supuesto "circuito de blanqueo" que supuestamente usaba su defendido.

Asimismo, reitera que sigue sin existir riesgo de fuga porque cuando pudo irse no lo hizo. "¿Ahora, hoy, con todas sus cuentas intervenidas, el dinero bloqueado y sin recursos económicos para subsistir, puede hacerlo?", se pregunta, a lo que responde con una rotunda negativa.

Finalmente, argumenta que la medida de la prisión incondicional se debe aplicar en casos excepcionales, puesto que es una "pena a cuenta", y que "como consecuencia de la situación de prisión, el imputado sufre muy serios perjuicios de carácter persona, familiar, profesional y social, e incluso psicológico".