Rajoy admite que sus discrepancias con CiU sobre la consulta son "muchas y de fondo"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido esta mañana en el Congreso en que está dispuesto al diálogo con la Generalitat catalana para "buscar soluciones" en un clima de conflicto soberanista, a pesar de reconocer que sus discrepancias con CiU en torno a una posible consulta son "muchas y de fondos". Durante la sesión de control al Ejecutivo, Rajoy abogó por afrontar el asunto desde la "responsabilidad, la lealtad institucional mutua y el absoluto respeto al marco legal y jurídico vigente".

La primera pregunta sobre este asunto se la hizo al presidente Pere Macías, diputado de CiU, que quiso saber qué respuesta pensaba darle el Gobierno popular a la gente que, el pasado 'onze de setembre' salío a las calles de Catalunya. Rajoy aprovechó su primer turno de palabra para recalcar que, gracias a la Constitución y concretamente a su artículo 21, en España existe el derecho de manifestación siempre que se convoque de forma legal y se lleve a cabo de forma pacífica. "Yo lo respeto y esa es la norma que garantiza nuestros derechos y libertades", apostilló.

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Ante esto, Macias dijo que se alegra de que el jefe del Ejecutivo respetase lo sucedido en la Via Catalana, aunque le recordó que se dieron órdenes a la delegación del Gobierno en Valencia para que se intentase boicotear. A continuación, le instó a no "encastillarse" en una lectura restrictiva de la voluntad mayoritaria del pueblo catalán y sacó a colación el artículo que, en EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, escribió recientemente Jordi Évole, invitando a los conservadores a dejar votar a Catalunya si quieren saber de verdad qué es lo piensa la "mayoría silenciosa" que no salió a manifestarse.

RIFIRRAFE CON EL PSOE

Durante la segunda réplica, Rajoy le recordó a CiU que hace tan sólo unos días ha enviado una carta al president Artur Mas fijando "claramente" la posición del Gobierno en Catalunya. Pero aún tuvo el presidente que responder a más preguntas en torno a la consulta y la Diada puesto que el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, utilizó una pregunta que en principio debía versar sobre política general para interrogar al jefe del Ejecutivo sobre sus intenciones con respecto a Catalunya, advirtiéndole de las consecuencias negativas de su "pasividad temeraria".

"Mi posición está fijada con meridiana claridad en la carta que dirigí al señor Mas. Es usted quien debe resolver el lío interno de su partido que aún no ha fijado una posición sobre si está a favor o no de la autodeterminación", espetó Rajoy a Rubalcaba, demandándole que explique en qué consiste su proyecto de reforma constitucional en pro de un modelo federal y cómo piensa aprobarlo en las Cortes si, a raiz del 'caso Bárcenas', ha decidido romper relaciones con el grupo popular.

En este contexto, el secretario general del PSOE achacó al presidente tener "más ideas" sobre los socialistas que "sobre qué hacer con Catalunya" y le afeó que haya dejado pasar un año sin hacer nada, con lo que "las cosas están ahora muchísimo peor". "Hay una mayoría de catalanes que demanda cambio y el resto de los españoles les debemos escuchar y favorecer un cambio constitucional", concluyó.