EL DEBATE ELECTORAL A TRES

Miravitllas: Pullas, cinismo y un silencio elocuente

"A los cinco minutos del encuentro del miércoles, el líder Artur Mas ya había quitado la cartera de clientes a sus dos contertulios"

Josep Cuní, presentando'8 al día' (8TV).

Josep Cuní, presentando'8 al día' (8TV).

Ramon Miravitllas

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Eldebate de la noche del miércoles en la televisión privada apéndice del Govern no pasará a lahistoria por presentar lapolítica como solución razonada a nuestrosproblemas, sino por representar una de las más genuinasapoteosis de loaccesorio (pullas y provocaciones de parvulario, cinismo de baratillo), en detrimento de los grandes asuntos en que debe fijar su atención la manoseada opinión pública. Ejemplo: el cierre de quirófanos era un apéndice --perdón por si parece una metáfora-- del manual de meter el dedo en el ojo ajeno, meter dos dedos en la campanilla propia para vomitar mejor y agitar el día de la banderita (de conveniencia).

La primera malicia es que el debate fue a cinco, como mínimo --Esquerra habla porCiU salvo alguna genialidad deJunqueras-- yAlicia habla por dos, o quizá tres. La segunda malicia es que el debate fue plural porque había tres formas muy esmeradas de ponernos de los nervios. La tercera es que en estas condiciones el ganador fue el periodista institucionalJosep Cuní, tal como se pretendía, pues de entrada la 'rateta' ya barrió la 'escaleta' para casa en el orden, extensión y énfasis (visual y el otro) de los temas.

En el país de los 700.000parados y lasejecuciones (hipotecarias)de familias enteras, los coloquiantes --es un decir-- consumieron una eternidad rizando el rizo de la necesidad y legalidad de decidir si convenía decidir el derecho a decidir. Bravo. La de ayer es una de aquellas etapas intermedias del Tour en que al equipo que ha diseñado la carrera a su antojo y marcha por delante le conviene que no pase nada para que siga pasando lo que tiene que pasar, o sea, que desde el primer minuto el pelotón ruede al ritmo de que CiU sea la independencia y la independencia sea Catalunya de modo que Catalunya sea CiU.

A los cinco minutos el líderArtur Mas ya había quitado la cartera a sus contertulios (la de clientes, la otra ya se la había quitado antes). El candidato presidente apareció fatigado, con aquella "sombra de las cuatro de la tarde" de un mal afeitado que hundió aNixon anteKennedy en 1961 y una sonrisa plastificada mucho más vecina de Van Rompuy que deGandhi, pero le bastaron los reflejos de siempre en unos cuantos derechazos de manillar para llegar sobrado a la meta volante.

Ninguno de sus mediocres oponentes preguntó por el juego limpio deArmstrong, que es de lo que se hablaba en el vivísimo debate deBTV a la misma hora, aunque los líderes políticos hablen mucho deArmstrong pero callen como esfinges cuando están cara a cara y se dediquen a las chuflas. Y luego dirán que si la desafección es injusta. A chufla los toma la gente y a mi me causan una pena imponente, que diría 'El Piyaio'. De Armstrong se habla en las barras de los bares y los comedores de los hogares, que son los sitios en vistas a los cuales se hacen o se deberían hacer los debates. ¿Es pedir demasiado que hablaran del tema Armstrong, simplemente, para arrojar luz sin linchar mediáticamente a nadie?

Dicho sea todo lo que antecede desde la osada ignorancia. Uno habrá perpetrado más de 4.000 debates en su vida sin que el conocimiento, lo que se dice conocimiento, lo haya advertido demasiado, salvo ganandomalicia.