El aniversario

6 de octubre del 2012

Los historiadores ven imposible reproducir en el contexto actual los hechos de 1934, cuando Companys proclamó el Estado catalán

Detenido 8 Lluís Companys, en la cárcel, el 7 de octubre de 1934.

Detenido 8 Lluís Companys, en la cárcel, el 7 de octubre de 1934.

LAURA PUIG
BARCELONA

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A las 20.10 horas del 6 de octubre de 1934, elpresidentLluís Companys salió al balcón de la Generalitat y proclamó el «Estat Català de la República Federal Espanyola». Nueve horas y 50 minutos más tarde, en las que el Ejército español declaró el estado de guerra y murieron 74 personas, Companys se rindió. El Gobierno central no tuvo piedad al aplicar las represalias: suprimió la autonomía catalana, destituyó a alcaldes y regidores de izquierdas, impuso el castellano como lengua de la Generalitat y al Parlament le dio un nuevo uso como cuartel militar.

Las relaciones entre la Catalunya de Companys, que había sido uno de los fundadores de ERC, y el Gobierno central, dirigido por una coalición del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux y de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas, cuyas juventudes no escondían sus simpatías por los regímenes fascistas de Italia y Alemania) se habían ido deteriorando antes de la proclama catalana. El detonante del6 d'octubrefue la anulación por parte del Ejecutivo de Madrid de una ley de contratos de cultivo que perjudicaba a los grandes propietarios. Además, un día antes se convocó una huelga general con el apoyo tácito del Govern.

Hoy, 78 años más tarde, se conmemora la efeméride en un clima que, aunque dista mucho de aquel, tiene componentes de conflictividad social -como consecuencia de los recortes- y de reclamación soberanista -con la multitudinaria manifestación de la Diada todavía fresca en la memoria y abonada previamente con la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut-. A pesar de estas aparentes coincidencias, varios historiadores consultados por EL PERIÓDICO rechazan que se puedan establecer paralelismos entre la situación actual y la del 34.

«El contexto es radicalmente diferente. Actualmente, el sistema democrático está más consolidados y estamos dentro de una unidad supranacional[la Unión Europea].Además, la Europa de los años 30 no era la de ahora. Hitler estaba en el poder en Alemania»,recalca Antoni Segura, catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona. Otra diferencia entre ambos momentos es el apoyo social que tuvo Companys y el que parece haber cosechado Artur Mas. «El pasado Onze de Setembre hubo una manifestación muy masiva, con una reivindicación muy clara y el Parlament aprobó una resolución. En el 34 no hubo calle»,recuerda.

La única coincidencia entre ambas situaciones, según explica el historiador Joaquim Coll, se daría si fruto de la voluntad secesionista el proceso actual«acabase en la anulación del autogobierno catalán».Coll destaca como principal diferencia que Companys«no tenía espíritu secesionista, no quería separarse de España». De hecho, el republicano abogaba por un Estado federal. Segura subraya que«Catalunya se constituyó como una especie de reducto republicano, ante los desmanes de la derecha en el Gobierno de Madrid».

Manel López Esteve, profesor de la Universitat de Lleida y autor de la tesis doctoralEls fets d'octubre de 1934 a Catalunya,sostiene que«la acción de fuerza de Companys vinculaba la autodeterminación con un proyecto socialmente reformador». «No se limitó a mantener y gestionar el marco político fijado-continúa-,sino que llevó a cabo una acción encaminada a redefinir el Estado republicano y la situación de Catalunya dentro de este».

A la pregunta de si podrían reproducirse hoy los mismos hechos del 34, la respuesta es tajante: no.«La principal incógnita es saber cuál sería la reacción de la justicia y del Gobierno si finalmente se celebrase una consulta de autodeterminación, pues el Ejecutivo debería de hacer cumplir la ley y el mandato de los tribunales para no caer en prevaricación»,resume Coll. Por su parte, López Esteve sostiene que la consulta no se llegará ni a producir:«Lo más probable es que se dé un escenario de pacto con el Gobierno del Estado sin pasos significativos en el ejercicio de la autodeterminación».Segura hace hincapié en los«efectos desastrosos para Catalunya y España» de una secesión, y añade que«la UE difícilmente podría aceptar una situación como la del 34».