La situación de las finanzas públicas

La defensa de la austeridad vuelve a unir a CiU y el PPC en el Parlament

RAFA JULVE
BARCELONA

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El Govern de CiU sigue apoyándose en el PPC para sacar adelante las medidas de más calado en el Parlament. Las proclamas del Ejecutivo de Artur Mas contra la «ofensiva recentralizadora» que en su opinión ha emprendido el Gobierno central parecen quedar en un segundo plano cuando se trata de impulsar ciertos ajustes económicos. Como ayer, cuando ambas fuerzas volvieron a unirse para aprobar la ley de estabilidad presupuestaria de Catalunya. De nada sirvieron los 51 votos en contra de la oposición y sus críticas al «dogmatismo» de la austeridad. Los 77 votos favorables de nacionalistas, populares y el del diputado no adscrito Joan Laporta consolidaron una norma que fija para la Generalitat un techo de déficit del 0,14% del PIB en el 2018.

La tramitación de esta ley ha vuelto a evidenciar la sintonía en ideología económica de CiU y el PPC. Hasta el punto de que, antes de la votación, el popular José Antonio Coto no tuvo problemas para recuperar un discurso que no han difuminado ni los desacuerdos de los últimos días entre los nacionalistas y el Gabinete de Mariano Rajoy (léase la enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado y las amenazas de recurrir al Tribunal Constitucional por los ajustes en educación y sanidad). «Se ha dado cumplimiento a una parte sustancial del acuerdo presupuestario [en el Parlament] entre el PPC y CiU», presumió, para redondearlo con un recordatorio: «El papel determinante del PPC hace posible que Catalunya disponga de su ley de estabilidad presupuestaria».

ENMIENDAS TUMBADAS / Sergi de los Ríos, de ERC, admitió que su partido había intentado llegar a acuerdos con CiU, pero la federación se volvió a decantar por los conservadores. Muestra de ello es que todas las enmiendas de los republicanos, el PSC e ICV-EUiA fueron rechazadas. En cambio, nacionalistas y populares se pusieron de acuerdo para reformular cinco enmiendas del PPC. Como resultado de ello se fija también que la Generalitat, de acuerdo con la ley de estabilidad estatal, fije el déficit cero para el 2020. A cambio, los conservadores renunciaron a exigir más control al Govern.

La diputada de CiU Maria Senserrich defendió la ley como un acto de «responsabilidad» del Ejecutivo catalán y de rigor con las medidas de la UE, pero no convenció a la izquierda. Rocío Martínez-Sampere (PSC) acusó a los nacionalistas de anteponer su afinidad «de derechas» con el PP a la defensa del autogobierno y avisó de que la norma obligará a emprender severos recortes. Joan Boada, de ICV-EUiA, denunció la obsesión por una «fracasada» política de austeridad y De los Ríos criticó la «sumisión» al PP.

Minutos después, CiU y el PPC volvieron a coincidir al rechazar con sus

enmiendas a la totalidad una propuesta de Iniciativa para crear un impuesto a las entidades financieras sobre los depósitos bancarios.