REGLAS DE JUEGO

El déficit quedará prohibido si el PIB crece más del 2%

La vicepresidenta afirma que la decisión se ha adoptado de forma «autónoma»

ROSA MARÍA SÁNCHEZ
MADRID

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El precepto constitucional para limitar el déficit público impondrá el equilibrio presupuestario para los ejercicios en los que la economía crezca «con normalidad», según ha explicado la vicepresidenta económica, Elena Salgado. Cuando la economía crezca entre el 2% y el 3%, según las referencias aportadas ayer por la ministra, las cuentas públicas deberán guardar equilibrio.

El precepto obligará a todas las administraciones a registrar superávit cuanto el PIB avance por encima de su crecimiento potencial. En sentido inverso, la Constitución permitirá incurrir en un «pequeño déficit» --en expresión de Salgado-- cuando la economía crezca por debajo de entre el 2% y el 3%. La Constitución alemana -que inspira a España- fija en el 0,35% del PIB el tope de déficit para el momento bajo del ciclo.

La norma será flexible. «Lo otro sería atarse de manos y no poder estimular la economía ni atender a los más necesitados en una situación de grave recesión económica como la que estamos viviendo», explicó la ministra en la cadena SER.

Lo cierto es que las reglas de juego descritas son prácticamente idénticas a las que ya existen en la ley de estabilidad presupuestaria. La diferencia es que ahora se quiere elevar el precepto a rango constitucional para enviar así a los inversores la garantía su cumplimiento, a diferencia de la que sucede con la ley actual cuya tope de déficit del 1% del PIB no impidió que este llegara al 11,1% en el 2009. Además, el precepto de la Carta Magna, que será de aplicación a partir del 2018 o 2020, incluirá una referencia al nivel de deuda.

CARTA DEL BCE / Salgado insistió en que la iniciativa del Gobierno se ha adoptado de forma «autónoma» y que «no le ha obligado nadie» a hacerlo. El PP sostiene, sin embargo, que el giro del Gobierno viene forzado por la exigencia de mayor rigor presupuestario requerida por el Banco Central Europeo (BCE) a España en contrapartida a su intervención en el mercado de deuda. La compra de bonos españoles por el BCE ha sido decisiva para frenar la desbocado incremento que sufrió la prima de riesgo a principios de agosto. En esos días la diferencia entre el tipo de interés del bono alemán y el español superó los 4,10 puntos porcentuales, alimentando el temor a la necesidad de un rescate europeo de España.

El BCE ha instado a España a reforzar su ajuste presupuestario y a avanzar en la reforma laboral. Lo ha hecho a través de una carta remitida al presidente del Gobierno, a la que Rodríguez Zapatero evita referirse y cuyo contenido exige conocer el líder del PP, Mariano Rajoy.

Tras la citada misiva -que el Gobierno no desmiente-, el Ejecutivo ha acelerado y reforzado las medidas de austeridad y laborales ya programadas. Las primeras se aprobaron el viernes pasado, antes del inesperado anuncio de la reforma constitucional. Las segundas recibirán el visto bueno mañana.