CiU felicita en bloque a Trias por el cambio histórico en Barcelona

Se cumplió lo que dijo Xavier Trias cuando en el 2007 volvía a perder por segunda vez la alcaldía de Barcelona en favor del PSC: «A la tercera va la vencida». Ayer, después de ocho años en la oposición del gobierno municipal, el líder nacionalista hacía historia conquistando un consistorio con supremacía socialista desde hacía 32 años y volvía a tender la mano a todos para dirigirlo.

Poco antes de las once de la noche, y al sonoro grito de «¡Alcalde, alcalde!» por parte de las decenas de simpatizantes y militantes de CiU que siguieron la noche electoral en el Hotel Majestic, aparecía emocionado el líder nacionalista acompañado de la plana mayor de CiU y del equipo que le ha estado acompañando durante toda esta «travesía en el desierto», como él define. Dedicaba sus primeras palabras a agradecer el gesto del gran derrotado de la noche, Jordi Hereu, por haberle llamado tras saberse los resultados. Como también, dijo, hizo el popular Alberto Fernández Díaz. En ese sentido, anoche no habló de pactos ni insistió en gobernar en solitario, reiteró que su intención es hacerlo «con todos» e insistió en que la lucha contra la crisis será su prioridad.

«He soñado con llegar hasta aquí. Dijimos que lucharíamos y no pararíamos hasta conseguirlo y hoy tenemos la ilusión de decir que la hemos liado», espetó ante sus incondicionales Trias, quien subrayó que Barcelona, como capital catalana, «será extremadamente leal con la Generalitat y también exigente», una lealtad en la que también hizo hincapié el president de la Generalitat durante su comparecencia.

CiU, LA MÁS VOTADA / Artur Mas, cuya formación superó ayer por primera vez en número de votos absolutos al PSC, se vanaglorió especialmente de los resultados de la capital catalana. Tras destacar que Trias ha logrado lo que antes también intentaron Josep Maria Cullell, Joaquim Molins y Miquel Roca (los tres acudieron anoche a dar apoyo a Trias), mostró su esperanza de que «podamos tener una colaboración eficaz y leal con el nuevo Ayuntamiento de Barcelona». «Por primera vez en décadas podemos sumar la fuerza de la capital de Catalunya y de la fuerza de la nación catalana, y esto es histórico», continuó un eufórico presidente de CiU, quien aseguró que la ciudadanía ha demostrado «gran madurez y sentido común» al dar tan buenos resultados a Convergència en el marco de una situación de recortes por parte del Govern que están levantado tantas protestas.

Y aunque la euforia se desató en cuanto Trias dejó la primera planta del hotel, donde desde poco antes de las ocho de la tarde siguió el transcurso de los resultados, el ambiente festivo (que tuvo su momento cumbre cuando los máximos dirigentes de CiU salieron a saludar desde el balcón del Majestic), empezó a ser latente en el hotel justo al cierre de las urnas. Fue cuando los sondeos de TV-3 dieron a Trias como claro vencedor en la capital catalana y abrían la posibilidad a que CiU también pusiera su primera pica en otro feudo tradicionalmente socialista, Girona, lo que se confirmaría más tarde. Y pese a que entonces el jefe de campaña de CDC, Lluís Corominas, apelara a la prudencia, la alegría de los militantes se fue desbordando pasadas las nueve y media de la noche, cuando a mitad de escrutinio CiU superaba por primera vez en concejales al PSC en Barcelona.

Fue entonces, con un resultado a favor de los nacionalistas, cuando sobre las 22.00 horas compareció el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, para hablar de unos «resultados brillantes» para CiU, ya que, dijo, además de ganar «por primera vez en la historia de la democracia» en Barcelona y en Girona, Convergència ha recuperado o conquistado alcaldías de diversos municipios con alto valor simbólico, como Molins de Rei, Olot, Figueres, Valls, la Seu d'Urgell y Reus. Un logro, remarcó como Mas, en «unas circunstancias poco fáciles».