AUTONÓMICAS / ESPAÑA

Del bipartidismo al monopartidismo

La victoria inapelable de los populares tiñe de azul casi todo el mapa autonómico

RAFAEL TAPOUNET
BARCELONA

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Los participantes en las concentraciones promovidas por el movimiento del 15-M han señalado al bipartidismo como uno de los males a extirpar para alcanzar lo que ellos denominan como democracia real. Pues bien, si no quieres caldo, dos tazas. El mapa autonómico español salido de las elecciones de ayer parece anunciar que el bipartidismo, en efecto, ha desaparecido, pero no para dar paso a una mayor diversidad de opciones ideológicas en los puestos de gobierno, sino todo lo contrario: esta vez, el PP se queda con (casi) todo. Se diría que del bipartidismo se ha pasado al monopartidismo.

Estaba ayer en juego la composición de 13 parlamentos autonómicos. En ocho de ellos -los de Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y La Rioja-, los populares dispondrán de mayoría absoluta. En otros dos -Aragón y Canarias- fueron el partido más votado y pueden aspirar a encabezar los gobiernos respectivos pactando con otras fuerzas. Restan tres: Navarra, Asturias y Extremadura.

REDUCTOS AMENAZADOS / En la comunidad foral ganó UPN, partido que hasta hace poco era la marca del PP en Navarra y que todavía representa a buena parte del tradicional electorado popular. En el principado, el PSOE alcanzó un empate técnico con el Foro Asturias (de hecho, los socialistas no lograron imponerse los socialistas en número de votos en ninguna comunidad), pero la plataforma electoral encabezada por Francisco Álvarez-Cascos obtuvo más escaños y, con el respaldo del PP, tiene franco el camino hasta el Gobierno regional. Y en Extremadura ganaron también los populares, pero se quedaron a un escaño de la mayoría absoluta, de forma que el socialista Guillermo Fernández Vara podrá conservar la presidencia de la Junta con el apoyo de IU.

De este modo, el poder autonómico del partido socialista quedará en adelante circunscrito a la comunidad extremeña y a otros dos reductos que se verán en breve sometidos a un intenso asedio: Andalucía, comunidad que celebrará sus comicios el año que viene y en la que la mayoría del PSOE está también seriamente amenazada, y el País Vasco, donde Patxi López gobierna gracias a un acuerdo con el PP que podría saltar por los aires en función de las alianzas que se tejan en los municipios y diputaciones de Euskadi tras las elecciones de ayer.

EL FRENTE MANCHEGO / Ese es el balance de la jornada: un mapa de color azul con algo de color (virando a violeta) en las esquinas. Y ocupando una porción importante de ese vasto azul, en virtud de su extensión, Castilla-La Mancha, la comunidad que populares y socialistas habían señalado como frente decisivo de esta guerra electoral. El triunfo ajustado pero inapelable (25 escaños contra 24) de la candidatura encabezada por María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, resume el signo de la jornada. En esa región, como en la canción de Abba, el ganador se lo queda todo. Ayer, en España, solo hubo un ganador: el PP. Y se lo llevará casi todo. El bipartidismo hace agua.