La réplica de los independentistas

Mas aparca con Laporta el tono cordial del debate

El líder de Solidaritat Catalana emplaza al presidenciable de CiU a proclamar la secesión

Laporta apoya la cabeza en su escaño durante la jornada de ayer, la primera en la que intervino en el Parlament.

Laporta apoya la cabeza en su escaño durante la jornada de ayer, la primera en la que intervino en el Parlament.

TONI SUST
BARCELONA

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Artur Mas aparcó ayer su cordialidad e intercambió un diálogo tenso con Joan Laporta, que intervino por primera vez en el Parlament desde que es diputado. El líder de Solidaritat Catalana per la Independència (SI) no sorprendió: habló de independencia, de independencia y de independencia. Y advirtió de que ese será el tono de los suyos a partir de ahora: «La independencia estará presente en cada sesión». El expresidente del Barça criticó las intenciones mostradas por Mas el lunes y vaticinó que la petición de un pacto fiscal en la línea del concierto económico acabará en un fracaso, que el líder de CiU volverá «con el rabo entre las piernas» de Madrid y que eso precederá a «una nueva etapa de victimismo» por parte de la federación.

A la vista de todo ello, Laporta retó a Mas a que se sume a su plan y proclame la independencia de Catalunya de forma unilateral. Calculó que con una Catalunya independiente la Generalitat vería aumentar su presupuesto «en un 70%» y «los jubilados y las viudas cobrarían 2.500 euros más de pensión al año».

El líder de SI no defraudó en su estreno. De entrada fue contundente, sin resultar agresivo. De regreso a su escaño, en la fila más alta del hemiciclo, le comentó a su compañero de filas Toni Strubell: «¡Qué pesado es subir tantas escaleras!». Entonces Mas le contestó con el capón que se da a un adolescente. Le recordó que es novato en la Cámara catalana y que debería haber saludado al presidente de la Generalitat, José Montilla, en su discurso inicial. Luego le dijo que la independencia no se consigue al instante y como ejemplo citó los intentos fracasados de Quebec.

En su segunda intervención, Laporta saludó a Montilla y subrayó que tienen una relación «cordial». Y tiró un par de dardos a Mas. Afirmó que igual estaba dolido porque no le ha felicitado por su victoria electoral y se mofó de algunas palabras de su discurso del lunes: «Micro, macro, business friendly». La verdad es que parecía que se mordía la lengua para no ser demasiado hostil. Mas renunció a su turno y evitó contestarle.