SESIÓN INAUGURAL DE PRIMERA PLAN@

Mas critica la campaña electoral «del miedo y la negación» del PSC

TONI SUST / CRISTINA BUESA / Barcelona

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Artur Mas, candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, inauguró ayer el foro Primera Plan@, un desayuno-debate de nuevo cuño impulsado por EL PERIÓDICO en el que el nacionalista miró hacia su principal rival, el PSC, para criticar el tono de su precampaña, ya prácticamente campaña. «Una campaña que se basa en la negación y apela al miedo». Así la calificó Mas, quien subrayó que hasta ahora no ha querido dedicarse a hablar de lo que hacen los socialistas y que aseguró que tampoco lo hará durante las próximas dos semanas. Su campaña, dijo, será en positivo. Y su reto, un Govern «fuerte» que cuente con la colaboración de la sociedad. Solo con esas condiciones, afirmó, el nuevo Ejecutivo podrá «levantar» Catalunya.

Mas se presenta por tercera vez apresident y sabe lo que es ganar y, al tiempo, ser derrotado. El líder de CiU y su equipo han interiorizado que en algunas ocasiones erraron al elegir el estilo y el tono de campañas anteriores. Se puede afirmar que en el 2003 le sorprendió relativamente ganar en escaños, aunque lejos, muy lejos, de la mayoría absoluta. Pero no supo o no pudo gestionar las alianzas poselectorales y pecó de exceso de confianza. Llegó el tripartito y la agresividad marcó la campaña de la federación en el 2006, centrada en el ataque a los socios de gobierno. El tiempo acabó demostrando que tampoco aquel era el tono: Mas volvió a ganar pero no quedaba entero ningún puente con otro partido.

TONO CONSTRUCTIVO / La experiencia es un grado y el líder convergente se muestra ahora constructivo. Ese tono marcó ayer su intervención. Empezó advirtiendo de que hasta el último día de la campaña se esforzará en lanzar propuestas y no en replicar los ataques. Con la épica de la derrota que le han otorgado los fiascos de las anteriores contiendas, dio por hecho que será objeto de poco menos que una ofensiva bélica por parte de sus adversarios: «Intentarán rompernos las piernas, hacernos la zancadilla. Estamos acostumbrados».

El candidato nacionalista fue presentado por el director de EL PERIÓDICO, Enric Hernàndez, y antes de que empezara el coloquio habló por espacio de cerca de media hora. Afirmó que habrá cuatro posibilidades de Govern tras el 28-N. Una, que descartó en seguida por considerar inviable aritméticamente, es la de un pacto a la vasca entre el PSC y el PPC. Si fuera posible, dijo, ambos partidos se la plantearían. La segunda, prosiguió, es la reedición del tripartito. La tercera, un Govern de CiU en franca minoría que obligue a los nacionalistas a depender de un socio estable. Si fuera este el caso, subrayó, aunque dirigido por él, el Ejecutivo catalán no lo tendría fácil para afrontar los retos de una Catalunya en crisis. Por último, aludió a lo que CiU desea: un Govern de la federación que aunque no tenga mayoría absoluta sí pueda gobernar prácticamente en solitario, con alianzas concretas. «Que no pase por tercera vez que el 8%, 9% o 10% de los votos marcan la agenda política», alertó.

Ayer no lo precisó, pero los nacionalistas consideran que para conseguir ese objetivo precisan de unos 60 escaños de los 135 que integran el Parlament. El candidato repitió el mensaje con el que martillea a los ciudadanos para ahuyentar el fantasma de un exceso de confianza: «Las elecciones no están ganadas, ni el cambio asegurado».

MULTAS LINGÜÍSTICAS / Siguiendo con el tono constructivo, el presidente de CiU se comprometió a no eliminar las medidas positivas que haya tomado el tripartito. Fue interrogado directamente por tres de ellas: el plan de barrios que auspició el PSC; las cámaras en las comisarías de los Mossos, legado de ICV, y las multas lingüísticas, que aunque se legislaron con CiU en el Gobierno se empezaron a aplicar por orden de ERC. Mas minimizó un tanto la gestión en los barrios, dijo que ha perdido fuelle y aseguró que ya los ejecutivos de Jordi Pujol profundizaron en ello. No precisó si mantendrá el plan. Criticó la filtración de imágenes de las cámaras de las comisarías y tampoco dejó claro si las quitará. Solo fue meridianamente transparente en cuanto a las multas por no rotular en catalán: CiU no pondrá el acento en ello, pues prefiere «la seducción» en la política lingüística, pero las mantendrá.

Cuando le tocó relatar cuáles serían sus primeras tres medidas si fuese el nuevopresident,explicó que empezaría por formar «el Gobierno de los mejores», sean o no integrantes de CiU. De hecho, los suyos ya dan por hecho que en un Ejecutivo de Mas no figurarán algunas de las personas que han estado a su lado en estos siete años de travesía del desierto. Y ya han circulado nombres de potenciales fichajes independientes, como el de Salvador Alemany para la Conselleria d'Economia. Alemany, por cierto, acudió al acto de ayer. Para Mas, lo idóneo sería recurrir a personas que combinen trayectoria política y calificación profesional.

La segunda medida que anunció fue la de determinar el estado financiero de la Generalitat, qué podrá hacer la Administración en los próximos años y comunicárselo a la ciudadanía. Por último, afirmó, elaboraría un plan de crecimiento, de reducción del paro y de reforma de la Administración, para reducir los cargos políticos y de confianza.

Mas citó como retos inmediatos lograr un crecimiento económico, reducir el paro y combatir el fracaso escolar. Para ello presentó un plan con nueve ejes, nuevec: crecimiento, creatividad, conocimiento, cultura, civilidad, cohesión, corresponsabilidad, capitalidad y Catalunya. Entre otros argumentos, sus nueve tesis apuestan, sobre todo, por el crecimiento económico. Si no se logra, argumentó, difícilmente se podrán asumir el resto de las tareas pendientes. Y ve en la educación otra materia delicada. Uno de cada tres estudiantes no completa la formación obligatoria, recordó. En la UE, agregó, fracasa uno de cada seis.