el debate del estado de la nación
Zapatero considera imprescindibles las reformas laborales y fiscales
El jefe del Ejecutivo insisten en la elevación de la edad de jubilación a los 67 años
Sin ninguna referencia a que el rechazo de CCOO y UGT a la reforma laboral ha llevado a la convocatoria de una huelga general para septiembre, Zapatero ha lanzado en su intervención en el debate del estado de nación un mensaje afectuoso a los sindicatos como "la mejor representación de los trabajadores". Sin ellos, ha dicho, "la defensa de los intereses de los trabajadores quedaría definitivamente debilitada".
Estas palabras han merecido el aplauso de los diputados del PSOE en la hora larga de discurso del jefe del Ejecutivo. Previamente había defendido con ahínco las medidas de reforma del mercado de trabajo y, a continuación, hizo lo mismo con la reforma de las pensiones, el reto para los próximos meses.
No ha avanzado novedad alguna sobre cómo será esta reforma más allá de lo contenido en el documento que el Gobierno envió al Congreso a primeros de año. Hizo hincapié en la elevación de la edad de jubilación a los 67 años y en la ampliación del periodo de carencia para recibir la prestación o del periodo de cálculo de las cotizaciones.
Zapatero apenas ha ofrecido novedades en materia socioeconómica. Las reformas antes citadas, como las llevadas a cabo hasta ahora para reducir el déficit, se deben, ha dicho, a la crisis financiera global. "A los gobiernos no nos ha quedado más remedios que ser humildes e ir reaccionando a los acontecimientos con los medios a nuestro alcance", ha afirmado. Ha relatado las medidas puestas en marcha hasta ahora como el Plan E, la ley de economía sostenible, los créditos a las pymes y ha sugerido que en el segundo trimestre la economía española ha crecido de nuevo aunque aún no ha reducido totalmente su dependencia del sector inmobiliario. Todas las medidas tomadas, incluida la reforma del sector financiero con la ley de cajas de ahorro, tienen por objetivo "restaurar" la confianza del mercado.
El plan de austeridad
En opinión del presidente del Gobierno, el crecimiento "aún es débil" y sujeto a los efectos de los ajustes fiscales adicionales. Por eso ha defendido el plan de austeridad al que la Unión Europea ha dado el visto bueno. "Hemos comenzado a crecer cumpliendo con nuestros compromisos de redución del déficit y reactivando la economia de forma que sea más competitiva", ha señalado. Para ello, ha apostado por la innovación, la inversión en educación y el cumplimento "a rajatabla" del plan de austeridad en el que ha inscrito una reducción de los presupuestos ministeriales para el año que viene del 15%.
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