La quema de fotos del Rey en Girona enfrenta a PP y PSOE

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA / MARGARITA BATALLAS / MADRID

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Los incidentes del jueves en Girona, cuando un grupo de independentistas abucheó al rey Juan Carlos durante su visita a esta ciudad a la vez que quemó varias fotos de los Reyes, han sido interpretados por el presidente del PP, Mariano Rajoy, como una consecuencia de la política del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, por "dar alas al nacionalismo radical". El departamento de Interior de la Generalitat relativizó los incidentes, defendió la actuación de los Mossos d'Esquadra ante las críticas del PP, al que tildó de irresponsable, y tramitó a la Audiencia Nacional las diligencias hechas para la fiscalía de Girona con la identificación de al menos uno de los dos presuntos implicados en un posible delito de injurias a la Corona.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, respondió inmediatamente a Rajoy. A la vez que rechazó que se esté produciendo un incremento de la violencia por parte de grupos independentistas de Catalunya y Euskadi, la vicepresidenta consideró paradójico que el PP denuncie ahora una radicalidad que, en su opinión, ha sido ejercida "de manera irresponsable" por los populares desde hace muchos años.

SIN PALIATIVOS

De la Vega condenó de forma "total, rotunda, absoluta y sin paliativos" la quema de retratos del Rey. Recalcó que en democracia "tan importantes son las formas como los contenidos" y que "para defender las ideas, lo único que hace falta es la palabra, la tolerancia y el respeto". "Todo lo demás merece el rechazo y la repulsa del conjunto de los ciudadanos", apostilló.

La Generalitat también condenó los incidentes pero, por boca del secretario de Seguretat Pública, Joan Delort, minimizó su gravedad por considerarlos "minoritarios". Además, atribuyó "voluntad de generar malestar" al PP y a determinados medios de comunicación por amplificar la noticia. Una opinión parecida expresó el portavoz de ERC, Joan Ridao, así como el vocal del Consejo General del Poder Judicial Alfons López Tena, que llegó a enmarcar la quema de fotografías del Rey dentro de la libertad de expresión en un país democrático.

Muy distinto fue el análisis de Eduardo Zaplana. Atribuyó a "los debates políticos alentados en los últimos tiempos en Catalunya" el incremento "cada vez mayor" de actos como el del jueves en Girona. El portavoz del PP reclamó una reflexión sobre "si alguien es responsable".

DILIGENCIAS JUDICIALES

La fiscalía de la Audiencia Nacional pidió al conseller de Interior, Joan Saura, que le remitiera "a la mayor urgencia posible" las actuaciones practicadas por los Mossos sobre las personas que quemaron los retratos regios. Delort explicó que la policía --que no intervino en el momento de los incidentes para evitar males mayores-- abrió diligencias el mismo jueves y se disponía a entregar ayer por la mañana a la fiscalía provincial de Lleida los indicios sobre los posibles autores de la quema de fotos --con uno de ellos ya identificado-- cuando se los requirió la Audiencia Nacional, a quien al final se los remitió.

Para la fiscalía, la acción puede ser constitutiva de un delito de injurias graves, que está castigado con penas de prisión que oscilan entre los seis meses y los dos años de prisión. La Audiencia Nacional es el tribunal encargado de perseguir estas acciones, ya que se ocupa, entre otros, de proteger el honor de los miembros de la familia real.