Caso Koldo

La reclamación por mascarillas 'fake' en Baleares permitió a la UCO llegar al último contacto entre Koldo y Ábalos

El requerimiento de 2,6 millones obliga a los implicados en la trama a reeditar sus comunicaciones con los responsables de las adjudicaciones, pero ya habían sido 'pinchados' por la Guardia Civil

La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, junto al exiministro de Transportes y diputado del PSOE, José Luis Ábalos.

La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, junto al exiministro de Transportes y diputado del PSOE, José Luis Ábalos. / MANU MIELNIEZUK

Cristina Gallardo / Tono Calleja Flórez

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La reclamación de 2,6 millones de euros que la administración autonómica balear activó frente a los adjudicatarios del contrato para servir mascarillas FPP2 a cambio de 3,7 millones de euros --cuya calidad no resultó ser la que se especificaba en los pliegos-- ha servido, a la postre, para que la Guardia Civil acabe situando al ministro José Luis Ábalos en una reunión clave de la trama que la Audiencia Nacional investiga por el cobro de comisiones irregulares. 

Fue esta exigencia la que obligó a los empresarios implicados a volver a acudir a la red de contactos que posibilitó en 2020 el negocio millonario en lo peor de la pandemia, en demanda de influencias políticas que sirviran para esquivar los requerimientos del Gobierno balear. En este empeño se implicó especialmente Koldo García, el que fuera asesor en Transportes y hombre de confianza del exsecretario general del PSOE, especialmente desde finales de año y en las primeras semanas de 2024, ya que se acercaba la fecha de la caducidad del procedimiento por silencio administrativo.

Lo que Kodo García no sabía, al menos no hasta unas semanas antes de su detención, era que todos sus movimientos estaban siendo vigilados por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que sus teléfonos y los de otros miembros de la trama habían sido pinchados y que incluso se colocó un localizador en su motocicleta para conocer su ubicación en todo momento. En los días previos a lo arrestos del pasado 21 de febrero los agentes se dieron cuenta de que su objetivo podría haber recibido un "chivatazo", pues comenzó a adoptar prevenciones como comunicar con otras personas a través de su esposa o realizar encuentros en plena calle, para evitar ser grabado.

Hacienda y Baleares

Con las escuchas ordenadas, el juez Ismael Moreno pretendía indagar si existían movimientos de los empresarios dirigidos a ocultar el patrimonio obtenido de los contratos con Transportes, Interior, Canarias y Baleares por más de 53 millones de euros. Pero los pinchazos permitieron a los investigadores conocer que tanto Koldo como Juan Carlos Cueto, propietario en la sombra de la empresa adjudicataria Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas y su socio Víctor de Aldama andaban nerviosos por otras dos cuestiones derivadas de su pelotazo millonario: una inspección a Hacienda de este último y la reclamación de Baleares.

Las gestiones de Koldo García para intentar "influir" en la administración balear se materializaron en múltiples llamadas telefónicas pero también en encuentros personales con los comisionistas de la trama en una marisquería de Madrid, La Chalana. Allí se vio también con las dos personas que el juez cita expresamente como "intermediarios" para lograr un acuerdo favorable en Baleares, que son el empresario Jacobo Pompo y el propio Ábalos.

El encuentro con Ábalos tuvo lugar el pasado 10 de febrero, en un reservado del restaurante. Para el juez, la cita tiene un "especial interés para los hechos investigados" habida cuenta de la conversación telefónica mantenida el día anterior entre Cueto y Koldo en la que el primero "le pedía que antes de que se fuese de viaje a Perú el día 11 de enero de 2024, le dijese algo a un tercero".

En este caso, el exescolta de Ábalos comunicó a Cueto de que una de las cosas que iba a tratar con una de las personas con la que se iba a reunir al día siguiente –cuando tiene la cita con el exministro de Transportes– era el expediente de Baleares. Sin el interés de Koldo en fijar un encuentro con Ábalos para solucionar el problema de la reclamación, seguramente los agentes no habrían podido documentarlo y aportarlo al sumario

Pombo y "Alvarito"

El viaje a Perú lo realizó precisamente con Pombo, un emprendedor que en su juventud participó en actos de FAES y Nuevas Generaciones del PP y a quien la instrucción considera la "segunda vía" explorada por la trama para lograr la caducidad de la reclamación balear. La investigación le sitúa en la marisquería, pero también en viajes realizados con Koldo a México y Perú este mismo año organizados por Global Youth Leadership Forum (GYLF FORUM), presidido por Pombo. El empresario compensó además económicamente al exasesor de Ábalos por gastos adelantados por éste en relación con eventos del foro.

El exescolta también acudió a sus antiguos contactos en el Transportes para lograr intermediación en el problema balear. El sumario incluye dos conversaciones telefónicas con el actual secretario general de Puertos del Estado Álvaro Sánchez Manzanares , "Alvarito", en una de las cuales Koldo asegura seguir trabajando para el que fuera su ex jefe pese a haber transcurrido dos años y tres meses desde la salida de ambos del Ministerio.